Que mas quisiéramos que tener una asistencia médica a pié de domicilio, pero eso hay que comprender que solo se puede, mas o menos, realizar en las grandes urbes, pues hay una realidad geográfica, mas acusadas en algunas Comunidades del país, como ocurre en Galicia, donde la dispersión poblacional lo hace imposible.
Precisamente por eso, nos alegra leer en La Voz de Galicia, la puesta en marcha de nuevas unidades AGaD.
Con una población de 2.747.559 habitantes, de los que más de 600.000 son mayores de 65 años y una esperanza de vida al nacer de 82,4 años, Galicia cuenta con 30.196 entidades singulares de población, casi la mitad de las existentes en el conjunto de España. De ellas, 27.263 tienen menos de 100 habitantes y 2.539 entre 101 y 500; es decir, únicamente en 394 de esas entidades singulares viven más de 500 personas.
Ante tal dispersión poblacional, la más elevada, sin duda, de España, la posibilidad de acceder a recursos y servicios sociosanitarios públicos o privados por parte de algunas personas mayores está altamente dificultada, basándose el apoyo en la red natural de familiares, amigos y vecinos, que son los que soportan la mayor parte de las tareas de cuidado, sobre todo cuando nos referimos a las personas con dependencia.
Pero esta situación no es de ahora, sino que ha sido una constante en la evolución gallega de los últimos años, por lo que se hace necesario facilitar el acceso a dichos recursos a los ciudadanos de la comunidad que viven en lugares más aislados, ya que el sistema de protección social debe ser accesible para todas las personas necesitadas y, en muchas ocasiones, son muchos los kilómetros de distancia que les separan de una potencial ayuda.
En este sentido, la puesta en marcha de unidades móviles de Apoyo Gerontológico a Domicilio (AGaD), apoyadas por las nuevas tecnologías (TIC) que ya están disponibles, deberá ser uno de los objetivos a tener en cuenta en los años venideros. Siempre con la idea de mantener, en la medida de lo posible, a la persona mayor en su propio domicilio, para lo que es fundamental prestarle el adecuado soporte a la red de cuidadores «informales», por otro lado, verdaderos artífices del equilibrio asistencial en Galicia.
Iniciativas como ésta son las que hacen evolucionar un país, Marcos. El amor y cuidado hacia nuestros mayores es algo que debemos inculcar desde pequeñitos.
ResponderEliminarBesos mil de las dos
J&Y
Es una caso muy concreto en el que pienso se sigue el ejemplo. Lo que se siembra se recoge.
EliminarSólo espero, si llego a la edad de mi suegra (92 años!!!!!), tener la suerte de disponer de este apoyo...aunque no sé, no sé...me temo que ni jubilación voy a tener!
ResponderEliminarPero bueno, no me quería poner yo tan ceniza precisamente en mi visita a tu blog tras un largo silencio, jajaja. Marcos, muchas gracias por tu comentario. Espero poder organizarme para alimentar de vez en cuando a mi blog y poder visitar los vuestros. ¡Un abrazo!
Tu no tengas prisa que los años van llegando sin buscarlos. Ha sido una alegría volver a contactar con tigo. Te esperamos.
EliminarEn Galicia ya desde lfinales de los noventa y al inicio de este siglo, era una preocupación este tema de los mayores y las dificultades de la dispersión geográfica para prestarles la atención necesaria. Los ultimos años antes de mi jubilación (2007) todo mi labor en los servicios sociales, desde la Diputación, fue la de prestar apoyo a los municipios e iniciativa privada para que desarrollasen servicios tales como apoyo en el domicilio, teleasistencia, comedores sobre ruedas, creación de centros de día, mini residencias, centros gerontológicos y subvención para proyectos de desarrolo de las TIC necesarias en el acercamiento de atenciones socio sanitarias en el domicilio cuando era necesario, incluso organizando y financiando cursos de formación de personal en poblaciones pequeñas para que pudiesen intervenir en los citados servicios. Fue mi último trabajo y mi mayor empeño. Galicia, como bien indicas tiene una población muy envejecida y dispersa.
ResponderEliminarMe encanta que sigues todos los temas de nuestro interés, yo como trabajé en ellos no los incluyo en el blog
porque éste quiero que sea de otras materias. Al margen sigo colaborando con profesionales del sector cuando me lo piden.
Un cordial saludo.
Pues mis felicitaciones Chela, a tí y a quienes llevan estos temas. Es una gran labor a realizar sobre la que no pueden haber recortes. Bss
Eliminar¡Cuanta razón tienes, Marcos! Sucede como en la enseñanza en núcleos de población muy reducidos. Claro, en el caso de la asistencia domiciliaria lo que se juega uno es la vida y tiene todo el derecho que se le atienda en todo momento, sean cuales fueren los habitantes o distancias que existan en pueblos o centros de salud. No hacerlo es una clasificación inmoral entre unos y otros ciudadanos españoles... ¡Que todos lo somos!
ResponderEliminarUn abrazo, Marcos.
Por lo que me ratifica Chela, es una gran labor a imitar.
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