Celebrar el Día de los Abuelos es más que un deber de agradecimiento, es un acto de amor, una devolución de ternura y sobre todo, una acción de reconocimiento respetuoso y alegre, para que al menos por un día, vuelvan a sentirse protagonistas.
Desde hace 16 años Mensajeros de la Paz promueve la celebración del DÍA DE LOS ABUELOS cada 26 de julio coincidiendo con la festividad de San Joaquín y Santa Ana; padres de la Virgen, y por tanto, abuelos del Niño Jesús. El objetivo principal de esta iniciativa es que toda la sociedad rinda un merecido homenaje a esos hombres y mujeres que tanto nos han dado, sensibilizar respecto a la figura de los abuelos para que se les valore y que reciban el cariño y el respeto de su entorno, a la vez que hacer una llamada de atención sobre las necesidades y carencias de la población mayor.
Por ello es importante extender esta celebración en los diversos entornos: familias, centros de mayores, municipios, etc., en toda España y en todo el mundo.
Por su parte, y con el objeto de acercar la fiesta del Día de los Abuelos a los diferentes puntos del país, Mensajeros de la Paz organiza cada año una gran concentración lúdica de abuelos y abuelas, que se celebra en un municipio de España diferente: Madrid, Toledo, Valencia, Santiago, Gijón, Santander, Jaén, Palencia, etc. han sido las localidades que han acogido la fiesta del Día de los Abuelos en convocatorias precedentes.
La Asociación Edad Dorada-Mensajeros de la Paz es la parte de la ONG que se ocupa del cuidado y mejora de la calidad de vida de personas mayores. En la Región de Murcia gestiona cuatro residencias y centros de día, con un total de 500 plazas, y lleva a cabo otras muchas iniciativas y servicios de atención e integración de personas mayores. A nivel nacional, la Asociación atiende otras 120 residencias y centros de mayores; en todas ellas están programados actos especiales para este Día de los Abuelos.
Los abuelos dedican en España una media de seis horas diarias al cuidado de sus nietos, según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SSGG), que con motivo de la celebración este sábado del Día de los Abuelos advierte de las consecuencias que puede tener el sobrecargar a las personas mayores de tareas.
A pesar de los beneficios para abuelo y nieto que tiene pasar tiempo juntos, el presidente de la SSGG, José Antonio López Trigo, recuerda que también hay que tener presente que cuidar de los nietos debe ser "una actividad placentera para abuelo y nieto, evitando que se convierta en una carga para la persona mayor, ya que esta situación puede conllevar, a la larga, problemas de estrés, ansiedad o depresión si los abuelos se ven sobrecargados de actividades y responsabilidades con los nietos en detrimento de sus propias necesidades".
Para López Trigo, aunque en la mayor parte de los casos esta actividad se hace de forma voluntaria y con agrado, también es verdad que en algunos casos los abuelos tienen la sensación de realizar una jornada laboral a tiempo completo y se sienten forzados con unas cargas de cuidados y educación. En su opinión, esta situación ha empeorado por culpa de la crisis económica, debido a que muchos padres tienen que trabajar más horas.
Interesante entrada. A veces creo que algunos hijos abusan de sus padres con respecto a los nietos, y como los abuelos no se quejan porque cuidan de sus nietos gustosamente, pues los hijos se aprovechan, y los abuelos dejan de lado aficiones y otras cosas que les complace todo por cuidar de los nietos. Me parece bastante egoísmo por parte de los hijos que deberían ser más agradecidos.
ResponderEliminarUn saludo.
Opino que los padres siempre estamos dispuesto a ayudar y con gusto, pero, aunque no es mi caso, conozco a algunos que lo toman como obligación sin valorar el esfuerzo que nos pueda suponer poor la perdida de facultades.
EliminarNo me gusta la expresión "años dorados", porque la verdad es que "dorada" podría ser la juventud, pero la vejez nada tiene de brillante. La carga, en vez de disminuir, aumenta, y además debemos llevarla con unas condiciones físicas disminuidas.
ResponderEliminarNo creo que el problema tenga mucho que ver con la crisis económica, sino con un cambio cultural. Hubo tirmpos en los que los más ancianos eran los cabeza de familia, por así decirlo, después vino una época en que los jóvenes buscaban independizarse de la tutela paterna. Ahora los cabeza de familia son los jóvenes y los ancianos son dependientes de su autoridad. Por lo menos esa es la percepción que tengo.
Efectivamente es un cambio cultural, aunque la crisis ha reforzado nuestro papel de ayuda. Tu visión la veo real porque por algo nos jubilan, pero intento ser mas optimista, pues reconociendo mis mermas, estoy disfrutando de mi pareja como nunca.
EliminarEso es verdad, se trata de pasarlo lo mejor posible con lo que se tiene. Al jubilarnos perdemos muchas cosas, pero nos reencontramos con otras, esas que habían quedado un poco de lado por causa del trabajo.
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