El Gobierno español ha anunciado a bombo y platillo que las pensiones volverán a subir el año que viene y que los pensionistas ganarán poder adquisitivo, aunque para ello sea necesario volver a meter la mano en la hucha de las jubilaciones.
El nuevo sistema de cálculo de las pensiones incluye entre otras variables factores como los ingresos y los gastos de la Seguridad Social o el número de pensionistas. El resultado de la compleja fórmula debe ser siempre superior a 0,25% y no puede superar el IPC del año anterior en más de un 0,5%. Es el índice de revalorización que los populares estiman que salvaguarda el poder adquisitivo de los ciudadanos porque impide congelar las jubilaciones, a pesar de que las encorseta notablemente.
INGRESOS Y GASTOS Sin embargo, el resto de factores juega en contra de los intereses de las personas que reciben las prestaciones de jubilación. Así, los gastos de la Seguridad Social han crecido en 2.500 millones en los últimos doce meses, mientras que los ingresos han bajado en 4.200 millones. Al mismo tiempo, entre enero y julio se han incorporado al sistema 50.000 pensionistas.
Se atreven a decir que el éxito de la reforma de las pensiones, no solo garantiza la sostenibilidad del sistema, también contribuye a mejorar el nivel de vida de los beneficiarios. Todo ello, a pesar de que el objetivo de la reforma es rebajar las jubilaciones -la pensión media se situó en agosto en los 872 euros, casi 1.002 euros en el caso concreto de las pensiones de jubilación- y a pesar también de que todavía queda una nueva vuelta de tuerca en 2019, cuando en la fórmula de cálculo se incluirá la esperanza de vida, un factor que se revisará cada cinco años.
Será entonces cuando empiecen a notarse realmente los efectos de las modificaciones introducidas por el PP, el objetivo es ahorrar 33.000 millones entre este año y 2022. De forma paralela, la eliminación del IPC de la fórmula de cálculo de las pensiones será una amenaza para el poder adquisitivo de los ciudadanos. Volviendo la vista atrás, desde que llegó a la Moncloa Rajoy, los jubilados han dejado de cobrar unos 450 euros menos de media por los constantes desajustes de los incrementos de sus prestaciones con la inflación anual.
En 2012, en su primer año el PP solo subió un 1% las jubilaciones con un IPC del 2,9%. Al año siguiente intentó congelarlas incumpliendo una promesa electoral también con un IPC del 2,9%, pero la presión de la opinión pública le obligó a cambiar de opinión y subió un 2% las pensiones de menos de mil euros y un 1% el resto.
Desde que Rajoy llegó a la Moncloa, los jubilados han perdido cerca de 450 euros por los constantes desajustes entre la subida de las pensiones y la de los precios de los productos.
Aunque de esto sabes tu mucho más que yo, me he permitido hacer unos pequeños cálculos.
ResponderEliminarUn pensionista cobra de la seguridad social 1.000 euros mensuales por lo que 14 pagas le suponen 14.000 euros al año.
Lo que nos suben al año es (14000 X 0.25) / 100 = 35 euros.
La retención del IRPF es aproximadamente el 10%, creo que en realidad es un poco menos el 9,59, pero para redondear puede servir el 10, por lo que le retienen :
14.000 X 0.10 = 1400 euros.
No sería de extrañar que el IRPF subiera 1 punto y pasara al 11% con lo que nos descontarían :
14.035 X 0.11 = 1543,85
Es decir 1543,85 - 1400 = perderíamos 143,85 euros.
Salvo error u omisión y sin tener en cuenta otros factores más difíciles de evaluar, como bien dices es una FALSA SUBIDA.
Lo has demostrado matemáticamente jubi., ni para pipas.
EliminarLlegue quien llegue a la Moncloa todos perdemos, si las suben suben los impuestos y es mas si las suben dos euros al mes tampoco se pueden hacer grandes dispendios. Un abrazo
ResponderEliminarSi se devolviese lo robado, y se recortaran los gastos políticos, asesores y duplicidades administrativas. Otro gallo cantaría.
EliminarQué bien que la hayas puesto "de clancas", por hacer mal sus deberes, je, je. Abrazos
ResponderEliminarEs una similitud a como tratamos aquí a Felipe V, como persona no grata.
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