Dedicado a mi amigo Vicente
Vicente es muy especial, es muy inquieto pero a su manera. Nació “manitas”, y tiene horror a su inmediata jubilación, porque no sabe qué puede hacer en tantas horas vacías.
Bricolage, arregla todo lo que le pidas de su casa, antes que se estropeen. Es la envidia de todas las amas de casa. Viajar, pasear, cine, leer, deportes, hobbys, no le gustan. ¿Que podría hacer Vicente…?
Casualmente, he leído un reportaje sobre un chino, que durante cuatro años, ha convertido un tronco de doce metros en una obra de arte. No he podido averiguar mas detalles, ni siquiera el nombre, pero traigo la idea para Vicente, porque seguro aun conserva la navaja de los 100 usos que teníamos de boy-scout.
A ver si se anima. Mete un tronco en el comedor, y a empezar.
Ja, ja, pues no le queda nada a Vicente... Pero es verdad, cuando yo me jubilé hace casi dos años estuve unos meses un tanto descontrolada porque aunque quería hacer muchas cosas, al final se me pasaban los días y veía que no hacía nada, hasta que me intenté organizar con retos de poco alcance primero. A fin de cuentas, hay que vivir el día a día y disfrutar lo que podamos. Abrazos
ResponderEliminarEntonces te das cuenta de lo "robotitos" que hemos sido durante tantos años. Lo siento por los que son incapaces de crear diariamente su propia hija de ruta, y siguen añorando el despertador.
ResponderEliminarPerdón: "hoja de ruta".
EliminarBuena habitacion tendria que tener Vicente no??
ResponderEliminarMagnifica obra de arte.
Saludos