El 98 por ciento de las personas mayores de 65 años asegura cuidar de su alimentación porque están convencidas de que hacerlo les ayuda a mantener un buen estado de salud, según una encuesta realizada por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (Hispacoop) con la colaboración de Fundación Eroski para conocer sus hábitos, dificultades y necesidades en el consumo de productos alimenticios.
El estudio, en el que se realizaron 1.200 entrevistas a personas de entre 65 y 80 años, reveló que el 95 por ciento come pan y cereales diariamente, y el 92 % también leche. Además, el 85 % incorpora fruta a su dieta diaria. En el caso de las verduras, las hortalizas y los tubérculos, el 57 % manifiesta consumirlos todos los días y el 29 realiza tres o cuatro tomas semanales.
En cuanto a las legumbres, señalan que el 80 % de los encuestados asegura tomarlas una o dos veces por semana. Por su parte, las carnes y sus derivados, y el pescado o el marisco se comen preferentemente una o dos veces por semana, como señala el 61 y el 55 por ciento, respectivamente. Asimismo, el 66 % comen huevo entre una y dos veces a la semana.
Sin embargo, los productos precocinados o preparados solo son consumidos por el 26 % de los consultados. Tampoco los 'snacks' o los azúcares y la bollería industrial forman parte de su cesta de la compra, ya que 86 por ciento confiesa comerlos esporádicamente o nunca.
Por otro lado, indican, los resultados recogidos han revelado que casi uno de cada diez entrevistados reconoce saltarse alguna comida, un problema que tiene una mayor incidencia a partir de los 70 años. "Si se trata del ayuno, puede provocar déficit nutricional", advierten. No obstante, quienes prescinden de alguna ingesta básica "lo hacen, en su mayoría, de forma esporádica". En este sentido, un 15 por ciento reduce la toma de productos todos o casi todos los días.
Tal y como explica la organización, los motivos para saltarse alguna comida "tienen que ver, sobre todo, con la falta de apetito o con la pereza de cocinar solo para una persona". También los problemas digestivos inciden en la eliminación de las cenas o las dificultades para conciliar el sueño, "fruto de malas digestiones", matiza.
Por último, el estudio recoge que la gran mayoría de los consumidores mayores "asegura no tener problemas para seguir una dieta rica que combine diferentes grupos de alimentos", ya que demuestra que solo un cinco por ciento de los consultados aprecia algún tipo de limitación por el encarecimiento del nivel de vida o la pérdida de apetito.
De acuerdo con lo leido
ResponderEliminarHay hoy en dia mucha difusion respecto a la buena forma de alimentarse
Si en verano suelo comer menos y saltear alguna comida, pero manteniendo valor alimenticio en las otras
Saludos
Si uno sabe administrase, puede permitirse alguna licencia y bien pasarse o no llegar, según pida el cuerpo, y luego compensar. Pero hay que tenerlo en cuenta.
EliminarHay costumbres ascentrales, como la de comer pan, Ya me gustaría saber hasta que punto ese 5% al que les influye el poder adquisitivo, no es bastante más, mucho me temo que irá en aumento al paso que vamos y que la alimentación en términos generales se empobrecerá
ResponderEliminarSalut company
Puede ser un recurso de los pobres, pero aquí por ejemplo el bocadillo está institucionalizado, bocadillo en el almuerzo, y cena de bocadillo con los amigos, comisiones falleras, etc. Ahora ya no es lo mío, prefiero la mezcla al pan. Tonto que es uno.
EliminarMe alegra que el porcentaje sea tan alto, siempre he pensado que los viejos comíamos mal, la pereza y esas cosas. Desde luego la alimentación es siempre importante y también para los mayores. Un abrazo
ResponderEliminarNo me creo demasiado las estadísticas, pues conformen nos vamos haciendo mayores comemos un poco de capricho, sobre todo las cenas. Y lo del café con leche y galletas, lo hace mucha gente que vive sola.
EliminarSí¡ a veces pienso en los pobres mayores que viven solos, y por pereza no hacen una comida como debe ser
ResponderEliminarMe da mucha pena, si algún día llego a ese momento, me acordaré¡ ( si es que no se me ha ido la pinza...)
Bss.
Supongo incide según se puedan valer, y las condiciones de bienestar. " Ahora que estoy tan calentita, no me apetece entrar a la cocina, toda fría"
EliminarLo de la pereza de cocinar para una persona sola es cierto y por ello se come mal a veces.
ResponderEliminarYo tuve que proponerme cocinar cada día, al menos la comida principal, y para ello me lo tomo como una distración y un reto.También me propuse la variación en la dieta. ¡No me ha quedado otra porque empezaba a encontrarme muy mal entre el sedentarismo y la mala y rutinaria alimentación! Lo malo vaz a ser para la actual generación de niños con tanto chuche y bollería.
Un abrazo.
Mis nietos solo quieren sota, caballo y rey. Sus padres, mis hijos, comian lo que tocaba, si hoy es higado o sesos, para dentro. En eso mi mujer les hizo comer de todo, con mucha paciencia.
EliminarPor lo menos comer, que menos, un beso
ResponderEliminarEs imprescindible verdad, aunque hay cosa que ahora cuestan de masticar.
EliminarLa cuestión de la alimentación es cosa seria, pero la verdad es que he dejado de comer muchas cosas que me gustan, no porque alguien me convenciera de que me hacen mal, sino porque definitivamente me sientan pésimo, las frituras, por ejemplo. La comida rápida ni está considerada en mi dieta por ser dañina, sino porque nunca me gustó. Algunos alimentos los he dejado de comer por su costo elevado (¿la economía ayudando a la salud?). Ahora, de acuerdo con la calculadora, estoy perfecto con una masa corporal de 21,2.
ResponderEliminarPues enhorabuena, Ahora estoy en regimen de guerra, pues los extras navideños, y una ansiedad en comer por cierta preocupación, me han hecho llegar a los 91, y hay que rebajarlos como sea.
EliminarUna de nosotras siempre comenta con su marido que, cuando sean mayores y se queden solos en casa, van a comer todos los días en el bar que hay debajo de la misma...Allí acuden cada día muchas personas mayores para almorzar o cenar tapas caseras a buen precio. Y es una práctica cada día más común por aquí.
ResponderEliminarMuchos besos de las dos
J&Y
Se lo he propuesto a mi esposa, pues en mi barrio hay muchas opciones que no llegan a los diez euros, con comida casera, no excesiva cantidad, pero suficiente. Creo que además saldría mas barato.
EliminarBueno, sabemos cuidarnos, no? pues me alegro mucho de comprobarlo. Besicos.
ResponderEliminarJa, ja, si no nos cuidamos nosotros mismos quien lo va a hacer.
EliminarEn mi caso, más que saber cuidarme, de momento me cuidan, aunque de vez en cuando modifico mis costumbres ya que por lo que sea me apetecen cosas que habitualmente no tengo en el menú, e incluso en ocasiones me salto alguna comida por haber salido a almorzar con los amigos, por ejemplo en el día de hoy, claro que hasta nos hemos permitido el lujo de comer roscón.
ResponderEliminarMañana es fiesta local en Zaragoza, San Valero, ventolero y rosconero, habrá roscón he historia en el blog.
Me apunto al roscón, ya nos lo enseñarás.
EliminarMis abuelos comen sano aunque de vez en cuando alguna galgada si que se Zampan, es importante mantener una buena dieta aunque como decía el abuelo de mi padre que tenia 98 años, si llevo toda la vida comiendo de de todo y no tengo nada así voy a seguir, muy cabezón por no querer retirarse los lácteos ;) un abrazo!
ResponderEliminarHabiendo llegado a esa envidiable edad, tiene todo el derecho para decidir que debe hacer.
EliminarPara mi comer sano es comer variado, de cuchara y de tenedor. Desayuno, tomo el pincho, como y ceno a diario, sin olvidarme del agua: ¡Fetén! Los únicos días en que me voy para la cama con un yogur, son aquellos en que como de restaurante.
ResponderEliminarSalu2.
Desde luego Alfredo cada uno se conoce mejor que nadie, compensar los excesos no es difícil.
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