En la ciudad de Madrid, segun el padrón municipal, residen más de 660.000 mayores de 65 años (el 20,2 por ciento del total). La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que entre un 4 y un 6 por ciento de los mayores sufren algún tipo de maltrato. La cifra, sin embargo, no puede certificarse porque apenas hay denuncias.
"La persona mayor tiende a no reconocer o negar que está sufriendo malos tratos por el miedo a sufrir represalias si denuncia, por sentimientos de culpa, vergüenza", indica el libro “ Buen trato a las personas mayores “ que publicó el Ayuntamiento de Madrid en 2013 y recopila algunas situaciones en las que se producen tratos inadecuados hacia la población mayor. Otra explicación de la invisibilidad de este tema podría ser el temor a que el supuesto maltratador sufra algún tipo de castigo cuando precisamente puede ser su cuidador o alguien a quien está unido por lazos afectivos. "La propia definición de maltrato genera confusión, se estima que el maltrato físico es inferior al 2 por ciento, pero sube en casos de maltrato psicológico y económico", señala el sociólogo y coordinador de seminarios sobre malos tratos y abusos a las personas mayores de la Unión Democrática de Pensionistas (UDP), Javier Álvarez. "¿Cómo vas a denunciar a tu propio cuidador?", se pregunta el experto. Según datos de la Secretaría de Estado de Seguridad, nueve de cada diez mayores víctimas de este maltrato no presentan denuncia.
Los maltratos económicos, relacionados con testamentos, apropiación de dinero, control de la cartilla del banco, falsificaciones de firma, estafas o el uso de propiedades sin permiso, son "frecuentes". Pero además de este tipo de explotación, se tiene constancia de maltrato físico, sexual, psicológico, negligencia o abandono.
Entre los factores de riesgo asociados al abuso del mayor destaca el estrés, el agobio o la depresión del cuidador. El IMSERSO destaca además el hecho de que el cuidador no asuma su papel ni la responsabilidad que le corresponde. Ciertas condiciones de vida, en especial el hacinamiento, la falta de privacidad o el aislamiento son causas que aunque no justifican sí explican ciertas situaciones violentas. "Si la ley de dependencia se hubiera desarrollado podrían evitarse muchas de estas situaciones, el aislamiento de una persona dependiente es letal", indica Javier Álvarez.
Y como sucede en todas las franjas de edad, las víctimas son mayoritariamente mujeres. En algunos casos la violencia es de "corte machista", pues el maltratador es el marido "que está acostumbrado a tener una relación dominante y no se acostumbra a que su mujer entre en una fase de dependencia", denuncia el sociólogo de la UDP.
Un trato inadecuado en la tercera edad que sigue muy extendido es el ninguneo y la infantilización, que se da sobre todo en hospitales, residencias o centros de día. Que se llame "abuelo" a cualquier mayor aunque sea un desconocido, por ejemplo. "Recuerdo una vez en una residencia que que una cuidadora le dijo a una anciana: 'Enséñale a este señor lo bien que estás, vamos a dar palmas'; ese tipo de comportamientos, que convierten al mayor en menor de edad, son intolerables", sostiene el especialista. Ante este tipo de escenas, Álvarez señala que hay personas "muy lúcidas aunque tengan alguna dependencia" que se cabrean. Otras, sin embargo, "no dicen nada".
No tener en cuenta sus opiniones; no permitir su participación en la toma de decisiones que les afectan directamente, como consultas médicas; despreciar su intimidad... son abusos que deben erradicarse. El manual del Consistorio madrileño, en cualquier caso, recuerda que "no es lo mismo dar un trato infantil al mayor que amenazarle o intimidarle, sin olvidar que en los dos casos el trato es inadecuado".
¿Y qué puede hacerse para prevenir estas situaciones? Los especialistas ven indispensable "que la sociedad tome conciencia". El Ayuntamiento de Madrid, a través de la Dirección General de Mayores y Atención Social, ha realizado actividades de sensibilización sobre este asunto como un programa coordinado de detección e intervención con mayores vulnerables, trabajando con los servicios de Emergencias. Además, desde 2004 cuenta con el programa "Cuidar al cuidador" con el fin de prestar apoyo a aquellos familiares desbordados con el cuidado de sus mayores, una de las causas que se achacan a este tipo de maltrato. Las administraciones recuerdan que como ciudadanos tenemos la obligación moral de denunciar o avisar de las situaciones de malos tratos que detectemos en aquellos casos en los que la persona mayor por su situación no pueda tomar una decisión adecuada.
Si te enteras, denuncia.
Por supuesto, que hay que cuidar al cuidador, influye mucho. Pero de ahí, a maltratar a los mayores.. me pongo mala¡¡¡
ResponderEliminarBss
El maltrato al mayor, familiar o no, es imperdonable.
EliminarSiempre me ha costado creer que alguien pueda maltratar a una persona tan indefensa y frágil como es un anciano. Denunciarlo, sí, eso es lo que hay que hacer ... pero se queda oculto en la intimidad. Besicos.
ResponderEliminarDesde luego siempre denunciarlo.
EliminarEs un tema muy delicado y que no debería existir el maltrato a los mayores, pero algunas veces es la persona cuidadora la que sufre el maltrato por parte de la persona enferma y dependiente. Admiro la frase "Cuidar al cuidador", pues también está necesitado de ayuda, porque puede estar sufriendo más que la propia persona enferma.
ResponderEliminarUn saludo.
Un saludo.
Por supuesto todo puede darse, aunque hay que diferenciar mayor de enfermo mayor. Pero nunca es excusa.
EliminarHay que tener respeto, y empatia.
ResponderEliminarTodos llegamos a ser mayor y acaso nos gustaria el maltrato?
Besito