AHORRO, O FALSOS MITOS

Los gastos que genera una vivienda son numerosos a final de mes. Con los tiempos que corren, cualquier pequeño gesto que ayude a reducirlos,a los que debemos hacer frente todos los meses, es bien recibido.

Lo normal cuando se está tratando de reducirlos en el hogar,llevamos a cabo pequeños gestos que eviten el derroche en estos suministros, pero muchas veces se tienen en cuenta creencias populares que están muy alejadas de la realidad y que en lugar de ayudarnos a reducir el gasto, terminan contribuyendo a su aumento.

Estos son algunos de los falsos mitos y creencias sobre el ahorro doméstico más populares, y que debemos tratar de evitar:

«Mantener los fluorescentes encendidos consume menos que encenderlos y apagarlos cada vez»

Esta es una frase muy popular y que seguramente provoca el aumento en el gasto de muchos hogares. Aunque es cierto que el encendido de los fluorescentes supone un consumo superior, esto no ocurre más que durante una fracción de segundo, por lo que no compensa el gasto que supone dejarlos encendidos.

Un dato que suele ser bastante desconocido es que en este tipo de iluminación, contrariamente a los LED, el hecho de encender y apagar la luz muy recurrentemente puede acortar la vida de los fluorescentes. Algo que nada tiene que ver con que dejarlos encendidos suponga un ahorro.

«Los aparatos en 'stand by' no consumen»

Un aparato en modo de espera puede llegar a consumir un 15 % de la energía que consumiría si estuviera encendido. Esto quiere decir que si los dejamos en 'stand by' en repetidas ocasiones, nuestro gasto puede aumentar considerablemente. Es más, puede legar a suponer hasta un 5 % del gasto total de energía de una vivienda.

«Usar el lavavajillas gasta más que lavar a mano»

Esta es una de las creencias populares más extendidas, y de hecho es una de las que más se alejan de la realidad. Y es que pese al gasto de luz que pueda suponer el hecho de usar el lavavajillas, en ahorro en agua supera con creces ese gasto.

Lavar a máquina puede llegar a suponer un ahorro del 40 % en agua, siempre que lo pongamos en todas las ocasiones completamente cargado o utilicemos el programa de 'media carga' si nuestro aparato lo tiene para evitar gastar energía en exceso.

«Poner la llama de los fogones al máximo calienta antes»

Esto no es del todo cierto. Si ponemos las llamas al máximo y la olla o sartén es más pequeña que la circunferencia que ocupa el fuego, no solo no calentarán más rápido sino que encima estaremos deteriorando nuestros utensilios de cocina.

Lo que sí es de gran ayuda para que la comida se cocine más rápido y así contribuir al ahorro en el hogar es utilizar tapas, tanto el ollas como en sartenes, incluso aunque en nuestra cocina tengamos vitrocerámica o inducción.

«Los grifos monomando ayudan a ahorrar»

Es cierto que aquellos grifos que cuentan con una sola palanca, que en estos casos regula tanto temperatura como caudal, contribuyen al ahorro, pero solo si se utilizan de manera correcta.

Estos grifos encienden automáticamente la caldera si los abrimos cuando se encuentran en posición de caliente, por lo que hay que prestar mucha atención. Si no necesitamos agua caliente, hay que asegurarse de que están en posición de frío antes de abrirlos, ya que si lo abrimos en la posición incorrecta la caldera se pondrá en marcha igualmente, por lo que aunque no llegue a salir agua caliente estaremos provocando unos picos de consumo que supondrán un aumento del gasto a final de mes.

«El aislamiento de la vivienda nada tiene que ver con el consumo»

Falso. Aunque son muchos los que piensan que no tiene importancia, lo cierto que es una vivienda bien aislada y sin fugas puede suponer un ahorro de hasta el 40 % en calefacción durante el invierno, o en aire acondicionado durante el verano.

«Apagar la calefacción y volverla a encender gasta más que mantener una temperatura estable»

Existe una creencia popular que reza que si apagamos la calefacción por la noche, cuando la encendemos al día siguiente se genera un pico de calor necesario para calentar de nuevo la vivienda, y que esto puede evitarse manteniendo una temperatura constante durante la noche.

Pese a que es cierto que al encender la calefacción se genera un pico de consumo, apagarla sigue contribuyendo al ahorro puesto que el consumo que se realiza manteniéndola encendida supera con creces el hecho de encenderla. De hecho, dejarla para mantener una temperatura constante puede suponer un aumento del 13 % en el consumo.

«Las cocinas de gas gastan más que las eléctricas»

La vitrocerámica consume el doble que las de gas, pudiendo llegar a gastar cuatro veces más. También consume más que las cocinas de inducción. Aunque es cierto que las cocinas de gas necesitan un mantenimiento mayor y revisiones periódicas para asegurarse de que no tienen escapes y reparar las posibles fugas, siguen suponiendo un ahorro económico en en hogar.

«Mantener todas las estancias a la misma temperatura gasta menos»

Nada más lejos de la realidad. Tanto si hablamos de calentar la casa como de enfriarla, dejar a un lado las estancias vacías ayuda a concentrar esfuerzos en las que sí estemos utilizando y por tanto contribuye al ahorro. Dejar las puertas y ventanas de esas habitaciones bien cerradas evita que derrochemos energía innecesariamente.

(De la red).