Obra del arquitecto Joaquin Maria Belda, la Casa de Beneficencia se levantó en 1841 sobre los restos del antiguo convento de la Corona por iniciativa de la Diputación Provincial. Consiste en una sucesión de cuerpos de edificación construidos en torno a ocho patios de zócales alicatados, que nos recrean claramente la imagen de un hospicio decimonónico.
Es sede del Museo de Prehistoria de Valencia, el Museo de Etnología, y la Institució Alfons el Magnànim.
Pero hoy solo quiero hablaros de sus dos fuentes del patio de entrada.
Son dos simples fuentes de taza circular en piedra, pintadas de color terracota en su exterior y azul por dentro. Están a los dos lados del patio principal de entrada, con varios surtidores de chorro muy fino, que recogen el eco del sonido del agua, en el gran partió que les acoge.
Unos frondosísimos jardines con grandes ficus y vegetación interior, algo descuidada, impide casi verlas, pero no oírlas. Calma y sosiego una vez mas.
Allí escondidas parece un bosque y las fuentes son muy bonitas, parecen tarteras para hacer paella. Besicos.
ResponderEliminarEl espacio es pequeño en relación a la frondosidad que han dejado, pero da una gran sensación de frescor.
Eliminar...Y que fresquito se debe estar allí acompañados por el sonido del agua. Abrazos
ResponderEliminarSiempre voy buscando estos espacios tranquilos y refrescantes.
EliminarSe inspira calma y frescor en el lugar con tus imágenes. Abrazos
ResponderEliminarAdemás con sus variados programas nocturnos veraniegos, este Julio me tiene cogidas todas las noches de viernes.
EliminarFuentes de la Beneficencia... claro ahora gracias a trimbolera entiendo el nombre.
ResponderEliminarSon las fuentes donde te dan de comer gratis gracias a las tarteras que tienen.
Gratis no, pero en el patio central está el bar-restaurante "Corona 36", donde Maria Bravo te prepara un gintonic con su añadido secreto, que flipas. Y un café aromático exquisito.
EliminarSí señor muy bonito, ahora en verano más aún.
ResponderEliminarUn saludo cordial.
Goriot.
Como le cuento a Ligia, los viernes a las 23 tiene unos espectáculos gratuitos, variados y encantadores.
EliminarUna gozada conocer más a fondo tu ciudad, Marcos.
ResponderEliminarSiempre voy con prisas y no puedo disfrutar de todo lo que te leo.
Abrazos
Todos vamos con demasiadas prisas, hasta cuando estamos de descanso, la vida es así.
EliminarSon muy bonitas.
ResponderEliminarY transmiten paz.
Un abrazo
Las fuentecillas, mas las oyes que las ves.
EliminarSon muy bonitas.
ResponderEliminarY transmiten paz.
Un abrazo
No recuerdo estas fuentes de la Beneficencia, pero sí la del artículo anterior, de azulejos, de Ruzafa, con ese aire oriental tan sugerente, en el que el rumor del agua tranquiliza. Lástima que haya tráfico de coches tan próximo. No me haga mucho caso, porque dudo, pero me suena que en la Plaza de Nápoles y Sicilia hay alguna parecida.
ResponderEliminarHe leído uno de las anteriores entradas, la de las pensiones Asunto complejo; mucho que ver en ello tiene el sistema de reparto usado en lugar del de capitalización. Es tan difícil atender a esas peticiones, tan aparentemente razonables, de esas tesis que circulan por la red, como difícil decidir si se sigue como hasta ahora, o es mejor tender a un sistema de capitalización, bien integral, bien mixto, en el que cada uno cobraría lo que él mismo aportó. Seguramente un sistema más justo, pero posiblemente menos solidario.
Un saludo.
Pues tienes toda la razón, ahora que lo dices, hay una tercera fuente de ocho puntas en esa plaza, y mira que mas de una vez he estado sentado en la terraza del bar de las esquina, refrescando, y ahora recuerdo que es de mármol blanco, pero con una variante de rombos. Ya me paso y os lo cuento.Gracias amigo.
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