YO RECICLO, ¿TÚ RECICLAS?

El tema del reciclaje lo trajeron mis hijos a casa cuando se lo explicaron en clases de EGB. Un par de meses activos, y desde entonces una habito solo de padre y madre. Confieso que nuestro reciclaje no es perfecto al cien por cien. Solemos ser bastante rigurosos con el plástico, luego con las latas, y con el cartón cuando son cajas grandes.

España supera en casi veinte puntos la tasa mínima de reciclaje de envases y embalajes exigida por la Unión Europea, fijada en el 55,5 % del total de los productos que las empresas ponen en el mercado.

Con un 73,5 % del total supera incluso los porcentajes de países como Francia o Alemania, un notable avance que se registra desde 1998, cuando la tasa apenas superaba el 4,5 %. Se trata de una espectacular evolución que ha sido impulsada en buena parte por las personas de entre 55 y 75 años, que son los que muestran una mayor sensibilidad ambiental y una mayor constancia a la hora de separar los residuos en su domicilio para llevarlos al contenedor correspondiente, el azul para el papel y el cartón y los plásticos, latas y bricks en el amarillo. 

El 80 % de los ciudadanos asegura que recicla de forma rutinaria, pero este hábito se eleva hasta el 90 % entre la franja de edad de entre 55 y 75 años, mientras que entre la más joven, de entre 18 y 34, se reduce a un 74,70 %. Es un dato sorprendente si se tiene en cuenta que las campañas y actividades de sensibilización medioambiental se dirigen fundamentalmente, ya desde hace unos cuantos años, a niños y jóvenes en colegios e institutos. 

El objetivo pasa por recuperar de aquí al 2020 el 80 % de todos los envases y embalajes que se comercializan en el conjunto de España. De partida existe un obstáculo: todas las encuestas indican que existe en torno a un 10 % de la población que es absolutamente irreductible y que no parecen dispuestos a cambiar de actitud. Existe, en cambio, casi otro 20 % que sí manifiestan una conciencia ambiental, pero en los que sus buenas intenciones no se ven acompañadas por los hechos. 

El esfuerzo ha de centrarse a través de campañas de concienciación a la medida, mediante el refuerzo de programas educativos y el desarrollo de una estrategia digital dirigida a los más jóvenes, de entre 16 y 24 años. Quizá el problema es que los jóvenes están enganchados a las redes sociales, casi no ven la televisión, por lo que para llegar a ellos habría que hacerlo a través de esas redes.

Pero parte de este esfuerzo tendrá que ir dirigido a los recicladores habituales, porque pese a mantener este hábito, no todos saben muy bien aún en qué contenedor depositar sus residuos. Es bastante común, por ejemplo, que las latas, tanto las de refrescos como otras, se liberen al recipiente de basura orgánica en vez de al amarillo, su lugar idóneo, como el de cualquier otro envase.