Magnolia grandiflora, magnolia común, o, simplemente, Magnolia, es un árbol que puede llegar a alcanzar los 27,5 m de altura. Las hojas son simples o ampliamente ovadas de 12-20 cm de longitud y 6-12 cm de ancho. Se utiliza popularmente como árbol ornamental en las regiones donde los inviernos no son demasiado severos. Las fragantes flores son grandes y de color blanco alcanzando los 30 cm con 6-12 pétalos y textura cerosa.
La Alameda (en valenciano Albereda) es un paseo y avenida de la ciudad de Valencia que tradicionalmente se extiende desde los Jardines del Real hasta la Plaza de Zaragoza, bordeando la orilla norte del Jardín del Turia
La Alameda era parte del antiguo acceso al Palacio Real de Valencia desde el mar. Abierto el 1677, en aquella época también se le denominó el Prado de Valencia por su amplitud y en referencia al antiguo “rahal” o finca que abarcaba esta zona.
Hoy en día forma un paseo de
poco más de un kilómetro entre el puente del Real y el puente de Aragón. Parece
ser que a principios del siglo XVIII, el Intendente del Reino de Valencia
Rodrigo Caballero Llanes abordó una serie de mejoras destinadas a definir y
mejorar un paseo arbolado, siendo este el origen de los Magnolios que aun la
adornan.
Un buen despliegue fotográfico y con la información necesaria para saber y conocer la belleza de esos árboles.
ResponderEliminarAbrazos
Son prácticamente tres siglos de antigüedad, la de cosas que podrían contarnos. Bss
EliminarRspectacular
ResponderEliminarTe cuento algo que sin duda reiras
Cuando vivia en Santander mi madre compro una planta de ficus, intento trasplantarla a una maceta mas grande, pero, si o si, morian, mi madre decia xd hija tienes una manos que para trasplatar no te sirven, desis, y asumi pero vengo a vivir a la Alicante, mi madre me visita y ve los los ficus arboles enormes, me mira y dice, ves como saben vivir, jajaaal.
No es clima porque en las floristeria hay plantas de sitios diversos pero para manterla hay saberla cuidar ¿verdad?, ya, pero la juventud es una enfermedad que se cura con los años, besos
Todo necesita práctica, de la cual nace la experiencia. Por eso la edad no es que nos haga listos, pero sí escarmentados. Saludos
Eliminarlas fotos son muy buenas. cada vez me emociona más ante esos árboles
ResponderEliminarEs que estos colosos de trescientos años, nos empequeñecen.
EliminarMe encantan esos troncos añosos, viejos, buscando el agua por debajo de las baldosas y el asfaltado, como si de una mano gigante y muy vieja se tratara.
ResponderEliminarEn donde vivo hay una que tendrá unos treinta años, de momento se está haciendo muy grande pero el tronco es relativamente fino ya que tiene riego y abono permanente, por lo que no desarrolla esas raíces tan espectaculares que nos muestras.
El buen cuidado los ha hecho comodones. Invierten su buen montón de años en echar raíces, y un buen día empiezan a desarrollarse a la carrera. Saludos.
EliminarDebe ser -sin duda lo es- un bonito paseo por donde ir a calmar las ansias del espíritu.
ResponderEliminarUn saludo desde Gran Canaria, Ángel
No es exactamente así, porque la avenida soporta un trafico muy intenso y continuo. El progreso.
EliminarDebe ser maravilloso poder pasear entre ellos, tan majestuosos, tan magnolios...son preciosos. Un abrazo.
ResponderEliminarQuizá los domingos y festivos.
EliminarFlor y árbos son excepcionales. Tengo un magnolio en mi casa de campo y cuando produzca flores será un honor poder estar viéndolas.
ResponderEliminarUn abrazo, Marcos.
Pues te deseo que vivas esa suerte y la disfrutes.
Eliminar¡Mi encantan los arboles!
ResponderEliminarGracias por estas maravillas....
Un abrazo.
Y no te cuento los olivos milenarios, lo que nos podían contar
ResponderEliminarEs una lástima que se difundan barbaridades e inexactitudes como las que se dan en este blog, al que he entrado de casulidad. Si se ama a los árboles y se les quiere respetar, primero hay que aprender. Ni son magnolios, ni 300 años. ¡Qué bárbaridad!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste es el típico error de confundir el Ficus macrophylla con la magnolia grandiflora. No me encuentro a nadie que los designe bien. Es imperdonable que, quien se dice aficionado a las plantas cometa este tipo de error, sobretodo tratándose de nuestras especies más emblemáticas. En Valencia apenas hay magnolios y los que hay son pequeños. Sólo hay uno importante por su tamaño y edad y está en el interior del Jardín de Monforte. Los grandes árboles del Parterre, Glorieta, Alameda y Grandes Vias, son Ficus macrophylla.
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