De sobra sabemos que las arcas estatales están llenas de telarañas. O mejor dicho llenas de deudas, que nos hipotecan hasta saber realmente cuando.
Después de lustros gastando lo que no teníamos, en fantasías y vanidades, cuando no robando, es lo que hay, y comprendo que hay que meter la tijera a fondo, lo que desde luego están haciendo hasta sangrarnos, aunque mi crítica es porque el recorte se ha parado cuando les afecta a los partidos y administraciones propias.
Educación, sanidad y atención social, han sido los primeros en notarlo, para mí sin un análisis correcto, pues hay que tener mucha finura para ser justo en las circunstancias particulares, pero hay dos necesidades imprescindibles para subsistir en el siglo XXI, la luz y el agua.
Hoy recabo la atención sobre el suministro de la energía, de la luz.
En el futuro inmediato, mañana, no sabemos lo que nos va a costar el disfrutarla, con todos los cuentos que nos están contando del consumo por hora, y no sé cuantas ecuaciones, para cobrar lo que a las multinacionales les venga en gana, pero ojo, han aumentado los incendios al cambiar los medios de calentarse; hay familias que viven a oscuras por la noche. Caritas parece una oficina de Iberdrola de los recibos que ha de pagar.
Pensando en esas personas mayores que no pueden hacer otra cosa que ponerse mas mantas encima, o en la estupefacción de niños que no entienden por qué ya no tienen luz eléctrica, me enfada “un monton”, la sangría de la “CUÑA GUBERNAMENTAL”.
Más de la mitad de la factura española de la electricidad se debe a costes de política pública, según un informe presentado en Madrid y elaborado por el 'Senior Research Fellow' del Oxford Institute for Energy Studies David Robinson, que indica que, por cada 100 euros en el recibo de la luz para consumidores domésticos, cerca de 51 euros provienen de impuestos, gravámenes y otros conceptos introducidos por los gobiernos para financiar las políticas públicas.
Esta circunstancia, a la que los expertos del estudio denominan "cuña gubernamental", es la que convierte a España en uno de los países de la UE que mayores cargas soporta por los distintos conceptos incluidos en los recibos que pagan los pequeños consumidores.
El resultado de las políticas aplicadas es que España tiene uno de los precios eléctricos para usos domésticos más altos de la Unión Europea, a pesar de que sus costes en áreas como la distribución o la generación están entre los más bajos de la UE. El informe aboga además por alcanzar los objetivos medioambientales mediante la competencia y por que las políticas públicas se financien con recursos ajenos a las tarifas eléctricas.
Robinson señala que España sale "relativamente favorecida" con respecto a Europa en los precios para consumidores industriales. Sin embargo, las facturas de los consumidores domésticos españoles se encuentran entre las más altos de la UE, como consecuencia de la "cuña gubernamental".
En el primer semestre de 2013, España ocupó el decimoséptimo puesto de la UE en lo que se refiere a precios para grandes consumidores industriales. De esta forma, existen 16 países, entre ellos Italia, Alemania, Reino Unido y Portugal, con precios más altos.
En el mismo período, y para las industrias de tamaño medio, España ocupó el noveno puesto. Entre el segundo semestre de 2007 y el primero de 2013, los precios para consumidores domésticos aumentaron un 59,1% en España, y tras este incremento los precios pasaron de situarse ligeramente por debajo de la media de la UE en 2008 a ocupar la sexta posición.
Pues, muy bien Marcos después de lo que nos explicas tan bien sobre la factura de electricidad, habremos de tomar medidas, osea "contra la cuña gubernamental" la "vela tradicional"
ResponderEliminarSAlut company
TV tendría que reponer "La casa de la Pradera", para que nos fuesemos acostumbrando.
EliminarMás que cuña, es un pedrusco gordo, el que nos está metiendo el gobierno.
ResponderEliminarSi fuera uno jubi, pero son tantos.
EliminarMuy oportuno y excelentemente explicado Marcos. Te facilito un dato para confirmar tus concluciones: tengo una casa de campo que la utilizo como segunda residencia. Durante el invierno, el ser una zona rústica solo la utilizo los fines de semana o cuando hay alguna actividad agrícola. El gasto eléctri real que consumo son tres pilotos perimetrales de bajo consumo durante la noche. El mes pasado no estuve en la casa ningún día. El gasto real de facturaciín fue de 2,68 €. Bien, la factura toral es de 76,35 €. ¿Cómo es posible? ¿Qué pagamos? Sí, impuestos pagamos pero el montante más alto es "el enganche". Oiga, ¿y eso qué es? pues lo que le cobra a usted la compañía por tener electricidad. ¡¡¡Inconcebible!!!
ResponderEliminarUn abrazo, Marcos.
Es una locura indignante. Y en el agua, no se si es peor, tocaré el tema proximamente. Saludos.
EliminarQué hacemos ahora? Ayer hablé con un amigo, van a suprimir 70% de la plantilla de Iberdrola por culpa de los nuevos contadores, para ganar más dinero, Y esas gente? Qué van a hacer ahora?
ResponderEliminarNo perdamos la risa durante el fin de semana, pero tampoco debemos permitir lo que está pasando. Difícil tema!!!
Un abrazo