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Considerados un estorbo por el sistema, y algo mucho peor si se tienen en cuenta las declaraciones de cierto ministro de Finanzas japonés -pidió a los ancianos que se dieran prisa en morir para evitar que el Estado tuviera que asumir los cuidados médicos-, la realidad es que sin los que ya han cumplido 65 años este país sería un caos absoluto. Aunque pueda pensarse, esta afirmación no es para nada exagerada. Y para explicarla, nada mejor que echar mano de datos que demuestran que los pensionistas son fundamentales para las familias y para la economía.
Empecemos por los hijos y nietos que comen gracias a la paga de papá y del yayo. En este caso todos los estudios consultados convierten a los abuelos en el pilar fundamental de un buen número de familias. Así lo atestigua el INE que cifra en el 27% el porcentaje de hogares españoles, que son mantenidos por las personas mayores. Otro informe de la Fundación La Caixa cifró la cantidad de familias que sobreviven gracias a los abuelos en 300.000. En otras palabras: uno de cada cinco hogares tienen en la pensión de los jubilados su principal sustento.
Sea por el motivo que sea, los datos demuestran que los viejos tienen muy poquito de estorbo. Y para los más escépticos, un último y demoledor análisis. En este caso lo ha realizado la UDP, la patronal de los pensionistas. Según su barómetro anual, en 2014 el 60% de los mayores ayudaba a sus descendientes, mientras que en 2010, el porcentaje era de solo el 15%. “Este colectivo está siendo un sostén económico para los millones de parados que hay en España. Sin nosotros hubiera habido una crisis social.
Los estudios dan buena fe de que el colchón del abuelo es básico para sus descendientes. Por contra, la crisis ha originado que los mayores reciban cada vez menos ayudas. Así, el mismo informe de la UDP asegura que si en 2010 un 12,5% de veteranos recibía inyección económica por parte de algún familiar o amigo, en 2014 el porcentaje había caído hasta el 7,6%.
Además de por la aportación de dinero, los abuelos también permiten que sus descendientes vivan algo mejor por otros factores que no aparecen en los informes. ¿Ejemplo? Ejerciendo de canguros. De esa forma, los hijos no tienen que pagar guarderías a la hora de cuidar a los más pequeños. Si los jubilados hiciéramos huelga el país se pararía.
Interesante, como sacarle jugo a un limón ya exprimido,,, y vaya que se puede...
ResponderEliminarY seguirá el domingo la segunda parte.
EliminarMarcos, o Brasil também está prestes a se tornar um pais de idosos. Nossa participação na manutenção e organização de nossos lares, nos cuidados e na educação de nossos pequenos é cada vez mais significativa. Mas isto até que é bom, faz-nos sentir úteis. Parabéns pelo excelente artigo. Grande abraço
ResponderEliminarO cuidado e educação das nossas crianças é sempre o mais importante.Os governos têm de ter em conta o envelhecimento com dignidade. Behijos Sidnéa
EliminarDe acuerdo con lo que expones.
ResponderEliminarEse ministro japones nacio de una calabaza?
Saludos
Que duda cabe, aunque seguro que otros que lo piensan. Solo por fastidiar voy a vivir cien años.
EliminarHola Marcos.
ResponderEliminar¡Que gran verdad!.Los abuelos hace un gran papel en esta sociedad,
Parece que a causa de las necesidades las familias se vuelven a unir.
Saludos cordiales, Montserrat
Es verdad Monse, revive la unión de las familias. No hay mal que por bien no venga.
EliminarTienes toda la razón. Yo de momento tengo una ventaja, me podrán llamar, anciano, viejo, mayor, pero no abuelo.
ResponderEliminarTodo llegará jubi, ya te veo con tus aviones teledirigidos.
EliminarHasta cierto punto, lo que dice el ministro Japonés no es descabellado, nosotros los del 100ypico nos damos prisa en morir, eso quiere decir que vivimos intensamente,
ResponderEliminarCanta a la vida
vive el momento
Corre, de prisa
que pasa el tiempo
Un abrazo Marcos
Cien años os quuedaran cortos con esa vida tan sana, y activa
EliminarBss emejota por opinar.
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