Siesta, del latín sixta y que equivale a la sexta hora del día bajo el punto de vista del entendimiento romano, esto es, la hora del mediodía. Práctica habitual de los países mediterráneos, dormir la siesta es un hábito que se da entre las tres y las cinco de la tarde y que contribuye al buen funcionamiento físico y mental.
Después de comer el cerebro sólo tiene una única misión: concentrar todo su potencial en hacer la digestión lo mejor y más rápidamente posible, así que el cuerpo entra en una espiral de duermevela que lo mejor es ayudarle a reposar con unas horas de sueño.
Mientras el cerebro manda órdenes a nuestro estómago, el resto del cuerpo al descansar consigue estos beneficios:
Recargamos pilas y despertamos con más vitalidad de la que teníamos antes de cerrar los ojos, más enérgicos e incluso con mejor humor al descansar.
Queda demostrado que dormir la siesta multiplica por cinco la capacidad de la memoria para retener información y para trabajar, mejorando así nuestro grado de atención.
Por tanto, somos más eficaces en el trabajo porque hemos tenido unos minutos/horas para desconectar y descansar la mente.
El lado derecho del cerebro está estrechamente vinculado a la creatividad, de manera que no sería extraño despertar de la siesta con la solución a un problema. Nos volvemos más creativos cuando dormimos y entramos en la fase REM.
La siesta nos relaja y esto hace que eliminemos el estrés que venimos acumulando durante el día o semana.
Una buena siesta, una buena ducha, y a comerte el mundo. Y ahora, jubilado, la hago de “pijama”.
Dormir la siesta en caso de agotamiento absoluto habida cuenta que resta horas de sueño nocturnas......y eso si que resulta nefasto.
ResponderEliminarCuando mayores solemos necesitar menos horas de recuperación, y si solemos dormir poco, puede ser causa de aumentarnos el insomnio. En mi caso, por la noche suelo dormir unas tres horas en profundidad y luego un duerme/vela a saltos, pero sin caer en el insomnio. Todo ello no altera mi siesta de hora y media, magistral. Dependerá de cada persona.
EliminarInteresante, sabía de algunos beneficios de la siesta. No puedo pasar sin ella, ni me gata tampoco. Buenas noches, Marco.
ResponderEliminarPero ten cuidado, que dicen que la siesta la inventó el diablo, y entran malas ideas si estas acompañado.
EliminarInteresante, algunos que antes nos criticaban ahora nos la quieren copiar. Un abrazo
ResponderEliminarUna gran creación Made in Spain.
EliminarEstoy de acuerdo en casi todo contigo, en la actualidad procuro echarme una hora tumbado en la cama, pero sin pijama. No obstante, en ocasiones con media hora, incluso sin llegarme a dormir ya es suficiente, pero si estoy físicamente muy cansado pueden ocurrir las dos cosas que a los cinco minutos me levante intranquilo y siga trabajando o paseando, o que duerma hora y media, en estos casos, no me suelo levantar despejado, mas bien al contrario.
ResponderEliminar...Murmura luego su nombre: nadie contesta...
Abre sus ojos negros con mudo espanto,
y al ver de sus quimeras roto el espanto
volviendo al sueño dice: ¡Bendita siesta!
Fragmento final de La siesta de Alvarez Quintero (Hermanos)
Muy apropiada la cita de los Quintero. A mucha gente le ofusca una siesta prolongada, a mi nunca, y me encanta cuando alguna vez despiertas y no sabes si es por la mañana o por la tarde, buena señal.
EliminarA mi me saben a gloria las cabezadetas ... la siesta me pone de mal humor. Besicos.
ResponderEliminarCuando trabajaba era de 20 minutos, 30 máximo, y me quedaba traspuesto.
EliminarUn gran invento la siesta, yo la descubrí al jubilarme, antes nunca pude por incompatibilidad con el horario del horario del trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero a que ya no la dejas... es reparadora 100/100
Eliminarhace un rato, me desperté de la mía.Ingeniosamente, me ha dado la idea, de como robar un banco( de los del dinero...) jajaja es broma???
ResponderEliminarBss
Has cometido un grave error, Este comentario puede costarte muy caro. Que porcentaje es mi parte, socia, y lo borro prestamente.
EliminarAunque haya personas que la critican (a la siesta me refiero) yo la adoro, y el día que no la hago paso la tarde como si me hubieran apaleado, debe ser que mis huesos la necesitan.
ResponderEliminarUn saludo.
Por supuesto dependerá de la persona. Hay también quien no la hace entre semana, y luego el sábado duerme tres horas seguidas. Si un día no puedo hacerla, tampoco la echo en falta, si me dejan los 20 minutos de sopor post comida, en compensación.
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