Fue el año de mi boda, el Hospital La Fe comenzó a construirse en 1968. Los terrenos elegidos para su emplazamiento se encontraban entre el Polígono de Campanar y la acequia de Mestalla, en un tramo próximo a la carretera de Burjassot. Para poder ubicar el hospital y sus accesos fue necesario desviar las acequias de riego y expropiar algunos terrenos privados colindantes. Uno de los primeros problemas en surgir fue el desalojo de las familias que vivían en siete viviendas que ocupan este terreno. La mayoría de los propietarios de estas casas aceptó sin problemas la indemnización que les ofreció el Ministerio de la Vivienda por expropiar sus casas; excepto los dueños de una vaquería y una fábrica de encurtidos que pusieron una condición muy especial para ceder sus terrenos: obtener una plaza para trabajar en el centro sanitario como celador y jardinero.
A la hora de elegir un nombre para este nueva ciudad sanitario, el Dr. Don Vicente Luis Peris Carpena, Jefe Provincial del Seguro Obligatorio de Enfermedad Sugirió en 1966 buscar una denominación sencilla, corta y fácil de recordar como La Paz; incluso mostró su interés por encontrar un nombre todavía más corto. La solución la aportó el Dr. Don Manuel Pérez Sánchez, Secretario del Consejo de Administración del I.N.P., quien comentando este idea con su familia recibió la inestimable ayuda de su suegra, de 70 años, que contestó: "Más corto que La Paz sólo puede ser La Fe".
Cumplida su finalidad, al estar traspasada al maravilloso y nuevo Hospital del mismo nombre. El nuevo Consell ha anunciado que por el momento se paraliza la demolición por estar presupuestada en más de diecinueve millones de euros.
Y digo yo, no sería el momento para adecuar la infraestructura para residencia social de ancianos. Estando ya hechas las habitaciones, esos 19 millones se podrían emplear en su remodelación y adecuación, teniendo ya jardines, cocinas y comedores.
No rompamos, construyamos.
MATERNIDAD EN EL OLVIDO
De cualquier forma queda en su jardín una escultura, no sé de qué autor; asemeja una maternidad, de cuyo recuerdo dejo mi constancia gráfica.
Adecuar la instalación para otros usos ademas del dinero necesario se necesita el dinero mensual para mantener los puestos de trabajo, habría que pensar en una empresa privada que se hiciera cargo, pagaría un dinero a la ciudad y gestionaría un servicio. Muchos llorarán si lo derriban está lleno de buenos recuerdos y de alguna tristeza muy grande pero a todo nos aferramos. Abrazos
ResponderEliminarEvidentemente están los gastos de mantenimiento, y como tu dices, habría que licitar a una empresa privada que compartiera gastos entre residentes y ayuda social de Generalidad o ayuntamiento. Si se quiere, todo se puede.
EliminarCurioso como surgió su nombre !!!
ResponderEliminarMe ha recordado lo de la marca Mercedes de coches, o el Oscar de Holliwood.
EliminarYa no hay dinero ni para derribar las cosas. Seguramente prefieran construir un edificio nuevo, así se recalifican terrenos y hay comisiones de por medio. cualquier cosa menos velar por los intereses de los ciudadanos. Bonita escultura.
ResponderEliminarPor ahí suelen ir los tiros, me parece.
EliminarHola Marcos, estoy de acuerdo contigo, mejor manera de emplear ese dinero, o es que todo tiene que ser destruir sin dar valor al esfuerzo... creo que en este país mucha gente se volvió loca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te recomiendo leer "Los intereses creados", de Jacinto Benavente. No es locura es interés.
EliminarLa Fe me recuerda a mi abuelo que en paz descanse y que cada no sé cuantos años iba para allá por infarto de miocardio que tuvo 15 y no la palmó de eso, murió a los 82. Oye , qué buena idea lo de la residencia de ancianos. Yo digo que tendríamos que gobernar nosotros que somos más inteligentes que los políticos y más buenas personas. Hala.
ResponderEliminarBesos
Pues esto les daría votos, y se vería que de verdad llevan intereses sociales en su ideario.
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