El cohousing nace en los años 70 en Dinamarca y Holanda, partiendo de las necesidades de familias jóvenes. En oposición al modelo “comunal”, el cohousing permitía, conservando en todo momento una economía propia y la vivienda de uso privativo, compartir labores domésticas, crianza de niñas y niños, etc. Rápidamente se extendió en estos países y muchos otros (Suecia, Alemania, EE.UU., Canadá…). En los 80, cuando algunos de aquéllos pioneros comenzaron a envejecer descubrieron que sus necesidades eran diferentes que las de las personas más jóvenes y empezaron a crear comunidades “senior”. Es una opción personal: hay quien quiere encontrarse entre personas afines y piensa que un rango similar de edad ayuda. En todo caso la vida en estas comunidades es verdaderamente intergeneracional, puesto que está abierta al barrio o comunidad más amplia.
En nuestro país el “senior cohousing” se adelantó al de jóvenes familias. Aquí está naciendo desde la iniciativa de personas mayores que buscan una oportunidad de vida más rica, activa y con más futuro que la jubilación como mero “retiro”. Como en tantas ocasiones, las personas mayores son las que han venido a traer innovación y emprendimiento.
¿Pero qué es el cohousing?
La definición es empírica. Esto es, el modelo se ha ido definiendo a partir de los cientos de casos de éxito en todo el mundo. Así, las características invariantes son las siguientes:
Es autopromovido, de iniciativa y diseño del grupo.
Es co-diseñado, con un enfoque intencional para favorecer la relación vecinal.
Existen zonas comunes significativas, que se comprenden como extensión de las viviendas (no de gestión externa).
Autogestionado, con organización colaborativa de las tareas comunes (comisiones).
No hay jerarquías, y los roles se reparten de forma natural.
La economía es privada, y las viviendas cuentan con todos los elementos que aseguran la independencia de los residentes.
En el imaginario colectivo las comunidades de senior cohousing (o jubilares) se asocian erróneamente a un cierto modelo derivado de las “residencias” de personas mayores: a menudo se confunden con “apartamentos con servicios”, “senior resorts” o “apartamentos tutelados”, donde no encontramos las seis características mencionadas anteriormente, principalmente en lo que se refiere a la autopromoción, autogestión y falta de jerarquía (suele haber “tutela” externa). Tampoco el cohousing se define por su configuración arquitectónica, pero sí por su diseño social.
Realmente el cohousing se asemeja más a un pequeño barrio o a una comunidad de vecinas y vecinos bien avenidos (porque lo crearon con esa intención de vida colaborativa y mutualismo comunitario). El proceso de creación de comunidad, previo a la creación del complejo exige metodologías participativas y herramientas de inteligencia colectiva. Y es que ese deseo de “formar parte” (= participación, en mayor o menor medida) es una de las grandes claves. La otra, muy importante especialmente cuando nos referimos a colectivos en riesgo de fragilidad o exclusión, es la autonomía que da la plena inclusión en la comunidad. El cohousing es entorno físico y social que, construido de forma colectiva, facilita que esto ocurra.
Fte. Udp
En Dinamarca hay un mundo llamado Christiania, es otro mundo y merece la pena visitarlo, y tambien aprovechan a los viejos, allí no hay guarderías, hay "yayas danesas" personas mayores que cuidan de cuatro o cinco niños mientras sus padres trabajan, estas personas reciben una subvención del estado y eso les ayuda a vivir mejor. Abrazos nocturnos
ResponderEliminarLo de las yayas, es un idea magnífica.
EliminarNo conocía ni habíaoido hablar de ello.Gracias por la información.
ResponderEliminarSaludos cordiales, Montserrat
Siempre tenemos muchas opciones, aunque con o en casa en ningun sitio.
EliminarParece una iniciativa muy buena.
ResponderEliminarCon sus condicionamientos, como todo.
EliminarNo conocía el significado de cohousing, pero no me parece buena idea importar una palabra para explicar algo que se pueda sustituir por una palabra española. En español según he leído se utiliza la palabra covivienda, y en definitiva es una comunidad de socios cooperativistas.
ResponderEliminarToda la razon, somos demasiado dados a importar barbarismos.
EliminarSuena genial , pero eso acabará bien?? No sé yo...
ResponderEliminarBesos
Como de mayores nos hacemos maniosos, como te engades con el vecino, ya lo tienes para toda la vida.
EliminarSon bien lindas esas comunidades, tuve la suerte de visitar a unos tíos en EEUU, que vivían en un lugar así. Y lo pasaban estupendo, todo festejaban, socializaban permanentemente, viajaban juntos, muy bien. Nada que ver con lo gris de las residencias, en que aún con buenas dinámicas, se sienten como muebles arrumbados. Me tocó estar en el festejo del tío de sus 90 años y bailó como si tuviera 17. bello!!
ResponderEliminarUn beso.
Hemos de abrirnos mas a estas iniciativas que respetan tuindividualidad dentro de lo social. Iremos cambiando nuestra mentalidad
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