lunes, 26 de septiembre de 2016

LAS ERMITAS DE LA CONQUISTA /1



Toda la Comunidad Valenciana es rica en ermitas de tiempos de la reconquista.  José Manuel Almerich nos cuenta  su recorrido por las ermitas del Montgo.


En la Dénia cristiana del siglo XV se levantaron, en el entorno del Montgó un conjunto de ermitas que por su datación y arquitectura, son conocidas como Ermitas de Conquista. A medida que se iban consolidando los terrenos ganados al reino musulmán de Valencia por Jaime I, se iban construyendo por orden del monarca ermitas, santuarios y monasterios que ejercían el papel de control y defensa de las fronteras, además de sus funciones religiosas. Las ermitas solían estar alejadas del ámbito urbano, eran puntos de vigilancia lo que explica en muchos casos su ubicación en lo alto de las colinas, en la cumbre de las montañas o en lugares de fácil visibilidad que respondía a esa doble misión, sagrada y defensiva.

A medida que el monarca cristiano iba ganando territorio, la primera ermita de conquista que se levantó en las tierras valencianas fue Santa María de la Huerta en el Rincón de Ademuz, datada en el siglo XIII y de las pocas de estilo románico existentes en nuestra Comunidad. Fue además el lugar donde dicen las crónicas que Jaime I presenció su primera misa en tierras conquistadas a los musulmanes. Hasta el siglo XVI se construyeron nuevas ermitas situadas en despoblados y aisladas, pero con funciones estratégicas claras.

Todas son de estilo gótico, las más tardías de transición hacia el renacimiento, crujía rectangular entre dos muros de carga, arcos ojivales apuntados con dovelas de piedra tosca o arenisca y cubierta primigenia de revoltones (bovedillas pequeñas entre los arcos). La techumbre siempre es a dos aguas y en la fachada suele haber un sencillo arco de medio punto como puerta de entrada a veces con pórtico. Estas características arquitectónicas medievales son las más habituales aunque en muchos casos han sufrido transformaciones posteriores.

Desde la conquista de Denia por Jaime I y su incorporación a la Corona de Aragón, especialmente en la segunda mitad del siglo XIV y primer tercio del siglo XV, bajo el auspicio de los condes de Dénia surgen al menos siete ermitas que acabarán albergando a los eremitas que por entonces, vivían retirados en busca de silencio y soledad en las vertientes y acantilados más inaccesibles del macizo del Montgó.

De las siete ermitas de conquista, la de San Antonio ha desaparecido. Tan sólo quedan los restos del pavimento de azulejos y el pozo. Estaba ubicada en el cabo del mismo nombre y fue un sencillo templo de ascetas que habitaban las cuevas santas del cabo de San Antonio y fue construida gracias al esfuerzo de la eremita Sor Caterina Bas, también asceta. Tres ermitas más están localizadas en Jávea, la del Pópul, la de San Juan y la dedicada a Santa Lucia y Santa Bárbara, diseminadas en la vertiente oriental del Montgó, y las otras tres, Santa Llucia, Santa Paula y Sant Joan pertenecen a Dénia.

La ermita de Santa Lucía tiene toda la tipología de las construcciones de conquista y está enclavada en una pequeña explanada con vistas al mar. Fue construida en la primera mitad del siglo XV y posee una nave única, de planta rectangular. El espacio interior está dividido en dos tramos por un arco central apuntado. La fachada presenta un portal de acceso de sillería con un arco de medio punto, una esquina de sillería reforzada con zócalo, así como una espadaña de cronología posterior. Tiene el culto compartido con la Comunidad Eclesiástica Ortodoxa Búlgara y está también dedicada a los santos búlgaros Kiril y Metodiy (Cirilo y Metodio), también conocidos como los apóstoles de los eslavos, hermanos procedentes de Tesalónica en el Imperio Bizantino, además de Santa Lucia, que es su advocación original. La fiesta grande de la ermita se celebra el 13 de diciembre y acoge a los visitantes de Dénia y su comarca el día de la romería.

La ermita de Sant Joan es la más importante de las ermitas de conquista que se localizan en Dénia. Fue declarada Monumento Histórico Artístico Local en 1979 y en ella se valoran tres partes bien diferenciadas: la ermita gótica, el portal de acceso y el porche, además de la casa del ermitaño en la parte posterior.

Como una conjunción de astros, la religión, la defensa y la geografía confluyen en este lugar sagrado que durante siglos fue un punto de vigilancia sobre la ciudad de Dénia y de protección para los que habitaban las faldas del Montgó, al límite de les Rotes, tierras infames donde poco o nada se podía cultivar, un espacio pedregoso entre la montaña y el mar que se dio en llamar les Sorts, (Suertes) nombre con el que se denominaba a los lotes de tierra yerma, ásperos e insalubres que, por sorteo, se repartían entre la tropa que acompañaba a Jaime I en la conquista del reino musulmán de Valencia. Los nobles y el clero se quedaban las mejores tierras, para ellos se construyeron los monasterios y catedrales y para los humildes, las ermitas.

11 comentarios:

  1. Me ha encantado todo lo que cuentas. Muchas gracias. Besetes.

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    1. Haya donde miremos hay siempre historias de nuestros ancestros.

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  2. ¡Qué interesante la historia de estas Ermitas de la Conquista, Marcos!

    Besos mil de las dos

    J&Y

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    1. Era una forma de ir acotando el terreno, en toda España.

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  3. Me encantan las ermitas. Yo me casé en una preciosa con vistas a la huerta y al mar. Lo que no sé es si era de estilo gótico ni su historia.
    Contigo aprendemos mucho.
    Besos, Marcos.

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  4. Son muy hermosas las ermitas.

    Gracias por tu gran aporte de información.
    Un abrazo

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  6. Ea una lástima que la de San Antonio haya desaparecido, Ojalá que las demás puedan ser preservadas. Supongo que representará gran presupuesto y esfuerzo el poder la mantenerlas.
    Un abrazo.

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  7. Supongo que muchas de ellas se mantienen por presión de los lugareños que siguen fieles a sus tradiciones. Muchas son expoliadas sistemáticamente.

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