miércoles, 1 de noviembre de 2017

DON JUAN TENORIO







Recuerdo con cariño y nostalgia, cuando año tras año oíamos en la radio D. Juan tenorio cada día de difuntos.



Su personaje principal, Don Juan, es un joven amoral, libertino, que va seduciendo a mujeres, da igual el número, que finalmente vive un encuentro sobrenatural desencadenando así el último momento de la obra, su salvación o condena eterna., que al final se arrepiente y consigue la salvación por medio del amor.



Pues, señor, yo desde aquí, 

buscando mayor espacio 

para mis hazañas, di 

sobre Italia, porque allí 

tiene el placer un palacio. 

De la guerra y del amor 

antigua y clásica tierra, 

y en ella el Emperador, 

con ella y con Francia en guerra, 

díjeme: «¿Dónde mejor? 

Donde hay soldados hay juego, 

hay pendencias y amoríos». 

Di, pues, sobre Italia luego, 

buscando a sangre y a fuego 

amores y desafíos. 

En Roma, a mi apuesta fiel, 

fijé entre hostil y amatorio, 

en mi puerta este cartel: 

Aquí está don Juan Tenorio 

para quien quiera algo de él. 

De aquellos días la historia 

a relataros renuncio; 

remítome a la memoria 

que dejé allí, y de mi gloria 

podéis juzgar por mi anuncio. 

Las romanas caprichosas, 

las costumbres licenciosas, 

yo gallardo y calavera, 

¿quién a cuento redujera 

mis empresas amorosas? 

Salí de Roma por fin 

como os podéis figurar, 

con un disfraz harto ruin 

y a lomos de un mal rocín, 

pues me quería ahorcar. 

Fui al ejército de España; 

mas todos paisanos míos, 

soldados y en tierra extraña, 

dejé pronto su compaña 

tras cinco o seis desafíos. 

Nápoles, rico vergel 

de amor, de placer emporio, 

vio en mi segundo cartel: 

Aquí está don Juan Tenorio, 

y no hay hombre para él. 

Desde la princesa altiva 

a la que pesca en ruin barca, 

no hay hembra a quien no suscriba, 

y cualquier empresa abarca 

si en oro o valor estriba. 

Búsquenle los reñidores; 

cérquenle los jugadores; 

quien se precie que le ataje, 

a ver si hay quien le aventaje 

en juego, en lid o en amores. 

Esto escribí; y en medio año 

que mi presencia gozó 

Nápoles, no hay lance extraño, 

no hubo escándalo ni engaño 

en que no me hallara yo. 

Por dondequiera que fui, 

la razón atropellé, 

la virtud escarnecí, 

a la justicia burlé 

y a las mujeres vendí. 

Yo a las cabañas bajé, 

yo a los palacios subí, 

yo los claustros escalé 

y en todas partes dejé 

memoria amarga de mí. 

Ni reconocí sagrado, 

ni hubo razón ni lugar 

por mi audacia respetado; 

ni en distinguir me he parado 

al clérigo del seglar. 

A quien quise provoqué, 

con quien quiso me batí, 

y nunca consideré 

que pudo matarme a mí 

aquel a quien yo maté. 

A esto don Juan se arrojó, 

y escrito en este papel 

está cuanto consiguió, 

y lo que él aquí escribió, 

mantenido está por él.

13 comentarios:

  1. Muchas gracias por recordarlo, ya no se emite por televisión, aquellos actores y actrices que daban vida a los personajes me hacían pasar un buen rato, esta noche voy a leerme el libro, hace tiempo que no lo hago. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Qué zorro estaba hecho el tal Tenorio.
    - Jubi, zorro no, Zorrilla
    Huy que lio me estás haciendo.

    Antes era una obra de "obligado cumplimiento" pero ahora con la corrupción y Cataluña ya tenemos bastante.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los de ahora tienen demasiados vivales, aún mas sinvergüenzas.

      Eliminar
  3. me intriga como resuelve sus historias Don Juan... linda historia, no leí el libro y me diste ganas... saludos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un siverguenza de tomo y lomo, agradable de leer, y con final feliz.

      Eliminar
  4. En Sevilla se frecuentaba las representaciones tetrales, la clásica y otra en clave de buen humor, muy divertida con el gran Emilio Segura. Por dar facilidades, también estaba la TVE, con Concha Velasco y Paco Rabal...

    Gracias por traerme muchos recuerdos buenos y regulares, todos forman parte de mi vida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y de una gran mayoría de la gente sencilla como nosotros.

      Eliminar
  5. Personaje que en todas las epocas los hay
    Grato lo que compartes
    Cariños

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hoy en día todavía los hay mas dañinos, sin dejar de llamar sin vergüenza a D.Juan.

      Eliminar
  6. Don Juan Tenorio, también aquí en Chile amado, odiado, endiosado, injuriado, envidiado, pero presente por los siglos en aulas y análisis.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Creo que Zorrilla no pensaría lo popular que llegaría a ser. Confieso que no conozco ninguna otra obra del autor

    ResponderEliminar
  8. También lo recuerdo con nostalgia.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Siéntete libre de expresar tu comentario en este blog.
Todas las opiniones serán bien recibidas siempre y cuando se redacten desde el respeto pues este solo pretende ser un foro donde compartamos experiencias para mejorar nuestro tiempo de jubilación.
Gracias por entenderlo y participar.