La “Mascletá” es lo que más me gusta de la fiesta fallera.
Actualmente con tanta medida de seguridad y prevención queda muy limitada la proximidad a la zona de fuegos, pero a mí siempre me ha gusta vibrar con el ruido, quedar ensordecido, y quedarte en la garganta con el sabor acre de la pólvora. Quizá fuera uno de los motivos que me hizo ir voluntario a Artillería, en la mili.
Distrito Fallero, lo cuenta así:
“¡Qué os voy a contar de la mascletà! Es una especialidad pirotécnica que es como la cebolla: o la odias a muerte, o la adoras. Para los que no lo sepan, una mascletà es una serie de petardos con cierta potencia que se disparan continuamente con la finalidad básica de producir ruido (no luces). De hecho, las mascletaes se disparan siempre de día, aunque cada vez tienen más chispas de colores para que hagan bonito. El disparo empieza despacito y va aumentando gradualmente de sonoridad, hasta llegar a lo que se conoce como “terremoto”, que es la parte final, donde explotan a la vez montones de petardos provocando un ruido ensordecedor. Después se disparan unas carcasas al aire, también muy potentes, que finalizan la mascletà. Todo dura unos diez minutos, pero ¡qué diez minutos! A algunos, sobre todo los que no están acostumbrados, les saca los sudores, y a los apasionados, hasta las lágrimas.”
Lo que más valoramos es que se mantenga el ritmo sin decaer, y el "terremoto" final.
la verdad que leyendo la entrada iba a disentir con vos, odio la pirotecnia, pero después de ver el video tengo que reconocer que es un espectáculo brutal e intenso... aplausos entonces...
ResponderEliminareso sí, más cerca que eso no se puede estar! jaja... abrazo...
Para la mayoría de los valencianos que lo vivimos en fallas y en cualquier fiesta del año es casi como un sentimiento. Aunque hay reglas cada vez mas estrictas, estos días los niños de bastante corta edad son unos "incendiarios", muchas veces sin el control de los padres. Con mis cuatro hijos me preocupe desde muy pequeños de dos cosas: que aprendieran a nadar cuanto antes, y a manejar la pólvora con seguridad. Lo segundo parece una barbaridad, pero como sé que es inevitable porque lo lleva el ambiente de la fiesta, que tengan muy claro lo que no se debe hacer.
EliminarDebe de ser un autentico espectáculo ver en directo ese encendido de petardos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Admito que para los no acostumbrados puede ser desagradable quedar ensordecedor, como todo cuestión de gustos.
EliminarUn espectaculo en el la mayoria de valencianos coinciden contigo, la mascletá es una de las mejores cosas de las fallas. ¡Que bonica es Valencia che!
ResponderEliminarSon nuestras fiestas, y estoy a favor de las tradiciones
Eliminar¿La mascletá? ¡Caramba! Palabra fácil de recordar pero que jamás había escuchado antes en 83 años. ¡Lo que me perdí!
ResponderEliminarSaludos australes de madrugada.
Saludos querido Esteban.
EliminarMarcos dices que te gusta la Mascletá, eso es señal de que estás bien de los oiros. ja, ja, ja,
ResponderEliminarSaludos sin ruidos
Pues mira estoy trompeta perdido, a lo mejor por las mascletás
EliminarUn gran espectáculo!!.
ResponderEliminarFelices fiestas .
Un abrazo.
Mas vistosos los castillos artificiales, pero es diferente.
EliminarLa he visto en varias ocasiones por la tele, pero no me llegaba el olor a pólvora quemada, aunque me lo imagino ya que antes me gustaban ver in situ los fuegos artificiales de las fiestas del Pilar o de los barrios de Zaragoza, claro que el sonido no es igual, pero suele haber una traca final.
ResponderEliminarEs diferente, los fuegos son mas vistosos
EliminarVeo que está usted metido de lleno desde hace días, por las entradas publicadas, en las Fallas. Como a usted, también me gustael "terremoto" de la mascletà. Y comprendo que se prime la seguridad, aunque no me guste tanto que se haya recortado tanto el espacio próximo a los fuegos, pero recuerdo cómo hace años, de vez en cuando alguna carcasa desviada caía entre el público cercano, a veces, causando víctimas. Y como veo que también dedicó una entrada al miércoles de ceniza, aprovecho para contar una anécdota que me ha venido al recuerdo al leerle. Y es que casi siempre, por no decir siempre, las Fallas, que no en su concepto, pero si en su apariencia, tienen un tono carnavalero, caen durante la Cuaresma. Por ello siendo obispo de Valencia don Marcelino Olaechea, propuso separar en el tiempo las fiestas falleras de las de la Cuaresma. Decía que no era apropiado que se celebraran unas fiestas, aunque dedicadas a San José, de aspecto tan pagano, en plena Cuaresma; y se dice también que fue el presidente de la Junta Central Fallera de entonces quien se atrevió a contestarle diciéndole: “Pues cambie usted la cuaresma de fecha”. Como por aquellas fechas el obispo, con carácter benéfico había instalado una tómbola para realizar rifas, al pueblo no se le ocurrió mejor cosa que criticar la idea del prelado con un “Marcelino el tombolero no quiere ser fallero”. Bueno y ya está, esperando disculpe la extensión.
ResponderEliminarSaludos.
Gran recuerdo de aquella tómbola. Mi padre solía comprar boletos y los abríamos en casa. Una vez nos tocó: Gran Pelotón de goma. Mi imaginación llegó a pensar si sería un pequeño ejército de soldados de goma, por aquello de "pèlotón". Resultó ser una pelota.
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