viernes, 3 de mayo de 2013

CLÓCHINA VALENCIANA


Me hago eco del artículo publicado por “Paco a la naranja” en El Mundo.es, sobre la clóchina valenciana, ya que en la última semana de abril se presentó la nueva temporada por la agrupación de Clochineros del Puerto de Valencia. 

Quizá os preguntéis por que se habla de temporada cuando hay en los mercados todo el año, pero esto es porque confundiréis a este molusco bivalvo con su primo el mejillón, del que disfrutamos todo el año y de múltiples procedencias. 

La clóchina valenciana es otra cosa, es el delicatessen. Es siempre de menor tamaño que el mejillón pero su sabor es único, y no tiene que ver con el mejillón o clóchina gallego o del delta del Ebro. 

“La clóchina es un auténtico manjar, superior en sabor y en cualidades organolépticas a sus primos gallegos o catalanes, ni mejillones ni musclos le mesan las barbas (dicen los expertos). Eso sí, es un bien escaso y muy localizado, tanto en el espacio como en la temporalidad. El cultivo moderno de la clóchina data de finales del siglo XIX y su origen se sitúa en dos bateas mejilloneras ubicadas en el mismo varadero del puerto de Valencia que recogían cerca de 35.000 kilos. La gran aceptación de la clóchina por las familias valencianas hizo que se multiplicasen las bateas hasta las veintidós que hay en la actualidad. El inexorable crecimiento del puerto las obligó a trasladarse a la dársena exterior. Para su cultivo siempre se han empleado antiguas barcazas que ya no servían para navegar, estas eran el soporte de donde se colgaban los viveros. Una técnica que se ha transmitido de padres a hijos desde hace más de cien años. Actualmente son solamente 22 las bateas que las cultivan. 


Los clochineros son como los agricultores del mar, tanto es así, que su trabajo comparte terminología con el campo, ellos plantan las simientes y cosechan la batea. Es el calendario lunar el que rige todo el proceso: entre la luna llena de abril y la luna menguante de agosto se procede a la cosecha y, la recogida de la semilla (criançó) por su parte, se realiza bajo la luna creciente del mes de mayo. 

Su producción se limita al periodo de mayo a agosto (los clochineros hablan de los meses "sin erre") de modo que todo aquel producto que se ofrezca en épocas distintas, será mejillón gallego, francés o catalán, pero nunca clóchina valenciana”. 

Un consejo, si vienes por Valencia en estos meses, no dejes de probarlo.

10 comentarios:

  1. Ay, ay, ay, la clóchina. ¡Qué recuerdos tan sabrosos y tan familiares! Te aseguro que a últimos de Mayo me estaré tomando unas cuantas raciones con los míos. Bss.

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    1. Pequeños placeres de la vida, que hay que aprovechar.

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  2. Tomo buena nota para volver a Valencia en la época del año que dices y no perderme esas clóchinas...Es curioso, pero hasta ahora siempre me ha tocado ir en otoño.

    Buen fin de semana.

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    1. En cada epoca tiene su encanto, un cariñoso saludo Mercedes.

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  3. Y me imagino que se comerá como el mejillón clásico y/o por supuesto en las paellas
    o existe algún plato especial que la incorpore?
    salut

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    1. Si Toni es como el mejillón clásico. La diferencia está en el sabor, y se aprecia cuando se toma solo, como el mejillón.

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  4. Doy fe de las cualidades y buen paladar de la clóchina valenciana. Los meses sin erre, como dices, Marcos, son los señalados para degustarla. El resto del año aliñan en exceso, tratan de hacer pasar gato por liebre pero ese sabor especial sólo pertenece a la clóchina.

    Un abrazo, amigo Marcos.

    P.D.: ¡Vaya velocidad de publicaciones, Marcos! He tenido que impartir un curso y se me ha retrasado todo. Eres un artista de las publicaciones. Me pongo al día esta misma mañana y te comento el resto de publicaciones.

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    1. En mi caso no es muy problematico, pues no son entradas en profundidad. Te diré un secreto, mañana vuelvo a Valencia despùes de catorce dias de Imserso. Lo tenía programado. Un abrazo.

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  5. La verdad es que no conocía la clóchina, así que como este año no voy a ir , voy a darme un garbeo en barquito, donde dicen que nos obsequiarán con una ración de este manjar.

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  6. Además has tomado el sol por lo que veo. Esta misma mañana me han intentado pasar mejillones del delta del Ebro por clochinas. (En Benicarlo). Ni punto de comparación.

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