miércoles, 4 de septiembre de 2013

LA CASA DEL MEDICO





El valenciano Francisco Javier Goerlich Lleó fue uno de los arquitectos más decisivos en la formación del perfil de la ciudad de Valencia, tanto por el gran número de obras ejecutadas como por su cargo de arquitecto municipal (desde 1924) y arquitecto mayor (entre 1931 y 1956).

En el nº 24 de la Avenida del Puerto podemos admirar un palacete de estilo romántico que data de la segunda década del s.XX (1919), cuando la ciudad empezó a poblarse siguiendo el eje de la posteriormente llamada avenida del puerto. 

Se construyó por encargo de María Burgos Romero, bajo un boceto efectuado por el maestro de obras Ricardo Cerdá, modificado posteriormente por el arquitecto Javier Goerlich; incorporando el entresuelo y la segunda planta, así como los remates compositivos y una mayor profusión ornamental. 

Popularmente se le conoce como "la casa del médico", pues era propiedad del que fue cirujano de la Plaza de Toros de Valencia, don José María Aragón .

Tiene elementos emblemáticos que le dan una imagen historicista como los miradores y el torreón hexagonal de la terraza cubierto con teja vidriada en forma de escama de pez de color dorado y marfil. El esmero en los detalles constructivos y ornamentales destaca en esta construcción, en cuya terraza se construyó un estudio con ventanas en forma de arco y cubierta de teja vidriada de color verde rematada por cuatro gárgolas en forma de dragón. Su estructura de hierro fundido se pone de manifiesto en la fachada en ciertos puntos.

Durante la construcción del edificio la técnica evolucionó hacia un eclecticismo con guiños modernistas. Las obras finalizaron en 1922 y el certificado final del arquitecto data de 1924. El edificio, que mantiene su uso residencial con las dos viviendas originarias, fue restaurado en 1994 con proyecto del arquitecto Luis López Silgo. 

Está emplazado en una reducida parcela de 20 por 18 metros, que se cierra con una reja de lanzas y adornos de fundición. 
El paso de carruajes del acceso principal de doble altura organiza la planta y de ahí arranca una amplia escalera que da acceso a las viviendas individuales de las dos plantas superiores. Los miradores de madera de las plantas funcionaban como una pequeña salita con asientos adosados en sus paredes. En la fachada posterior el palacete presenta una galería, soportada por columnas de fundición y cerrada con carpinterías acristaladas. 









2 comentarios:

  1. Marcos, este es un edificio emblemático para mi. Cada vez que paso por delante me quedo con ganas de entrar...

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  2. A mi también desde pequeñito. Y hay varias leyendas urbanas bastante escabrosas, pero creo son todas mentira.

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