lunes, 2 de septiembre de 2013

¿MANDE? (SORDOS)





Supongo conoceréis el viejo chiste de dos amigos que se encuentran y le dice uno al otro; “Que gordo estás”; Y el otro le contesta: “como una tapia”.

Queramos o no admitirlo, es un mal que nos aqueja a la mayoría cuando pasamos a la tercera juventud. Es muy sibilino porque casi ni te das cuenta, pero te pones a ver la tele y oir oyes, pero no entiendes que han dicho.

Yo no veo demasiada tele pero alguna noche veo una película, sobre todo si es de acción. Bueno hace como un año encontré el botón de subtítulos en el mando, y fue mi salvación, pero todas las películas no son subtituladas y empecé a bombardear a mi esposa una y otra vez, preguntando ¿Qué ha dicho? … En mi pasado cumpleaños me ha regalado unos auriculares inalámbricos, donde oigo a los decibelios que me apetece, y la dejo tranquila. (Pedir, y se os dará).

La segunda parte viene dada por el teléfono fijo. Justamente un amigo mio me hablaba de la dificultad de entenderse con el teléfono de casa, y fuimos juntos a que nos aconsejaran en unos grandes almacenes de la ciudad, sin obtener asesoramiento satisfactorio. He estado buscando tiendas especializadas en Internet y por fin encuentro posibles soluciones en la firma DORO.

DORO COMFORT 1010.- Teléfono inalámbrico que dispone de Altavoz, con sonido alto y claro (24 dB), y pantalla de alto contraste.

DORO COMFORT 1015.- Con contestador automático de 30 minutos de grabación.

DORO 3000 Y 3005.- Que permite aumentar el sonido del auricular, altavoz, o timbre, hasta 30 dB.

DORO PHONE EASY Y DOIRIO HEAR PLUS Con muchas otras posibilidades, (Numeros grandes, teclas de marcación por fotografía, etc.etc.).


Afortunadamente la ciencia está de nuestra parte.

9 comentarios:

  1. Yo no sé como estarán las tapias, pero como dice el dicho, yo estoy más sordo que una de ellas y puedo asegurar que es un coñazo. Ángel

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    1. Angel, hay momentos en que te fastidia de verdad no entender exactamente lo que te dicen. Lo que hemos de procurar es que el interlocutor esté siempre delate de ti, y no a tu espalda, o atrasado.

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  2. Hola Marcos, buenas tardes caballero.

    Me ha echo muchísima gracia tu entrada, aunque cierto es que el mal de la sordera afecta al 90% de los ancianos (o de la pasada tercera juventud, como te gusta a ti mencionarla) eso es un hecho, pero siempre quedarán los sonotones y los auriculares, ¡pero cuidado con darle demasiado volumen, puede que te quedes más sordo de lo que ya estás! Soy yo, con 25 años, y a veces me da la sensación de que pierdo mi capacidad auditiva por días...

    Que pases una feliz tarde.
    M.

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    1. Pues controlate porque eres muy joven. Lo de los decibelios es un decir, intento ajustar los cascos al mínimo necesario. Nunca he trabajado en un entorno ruidoso, y lo mio es simplemente degeneración, la solución futura puede ser un audífono, pero de eso hay mucho que hablar, pues es la muerte de los condicionantes, además carisimos, y si caes en la trampa de las pilas, ya os contaré otro día. Nunca con pilas.

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  3. Hola Marcos, buenas tardes caballero.

    Me ha echo muchísima gracia tu entrada, aunque cierto es que el mal de la sordera afecta al 90% de los ancianos (o de la pasada tercera juventud, como te gusta a ti mencionarla) eso es un hecho, pero siempre quedarán los sonotones y los auriculares, ¡pero cuidado con darle demasiado volumen, puede que te quedes más sordo de lo que ya estás! Soy yo, con 25 años, y a veces me da la sensación de que pierdo mi capacidad auditiva por días...

    Que pases una feliz tarde.
    M.

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  4. Hola, Marcos. Pues sí, adiós vacaciones...Por fin me he reincorporado a la blogosfera.

    ¡Qué útil tu entrada! Cuando hablo con mis padres por teléfono a veces ni me contestan y siguen con su discurso como si no me hubieran hecho caso, y resulta que es porque no me han oído...Me parece que voy a aprovechar que se acerca el santo de los dos para hacerles un regalo...

    Que pases una feliz semana en buena compañía. Un abrazo.

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  5. No hay peor sordo, que el que no quiere oír
    Cariño, mañana cuando te levantes tienes que barrer las hojas, ir a la tienda a por el pan, de paso te acercas a la ferretería a por una bombilla que una del baño se ha fundido y compras una pila, para el reloj de la cocina...
    ¿Que me dices?
    QUE MAÑANA..., mejor déjalo, ya iré yo.
    ¡Que susto, creía que me iba a tocar, hacer todo eso!

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    1. Jubi, no reveles todas nuestras trampillas. Un abrazo.

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