domingo, 23 de noviembre de 2014

ATENDER A NUESTROS MAYORES



Las residencias para mayores siguen siendo un capitulo pendiente que los gobiernos presentes y futuros han de abordar con prioridad, ya que las particulares están fuera de la mayoría de las economías.

Ante una población mayor cada vez más amplia y a su vez cada vez con más edad, son muchas las familias que se encuentran con una situación en la que hay que hay que hacer frente al cuidado de nuestros mayores. Es posible que haya llegado el momento en el que ya no se valen por sí mismos y hay que buscar opciones que garanticen su bienestar y calidad de vida. Habrá que encontrar aquella opción que sea acorde a preferencias de la persona en cuestión, que encaje económicamente hablando y que además aporte comodidad. En cualquiera de las opciones a elegir, será determinante el grado de autonomía de la persona, así como su capacidad económica.

Previamente conviene estudiar qué ayudas públicas de asistencia a domicilio existen y a las que tiene acceso la persona ya que pueden ser una primera posible solución y además incluso sin coste o un coste muy reducido. Algunos de estos servicios pueden ser la teleasistencia o el Servicio Público de Ayuda a Domicilio (SAD).

Contratar una persona para atención en casa. Una opción cada vez más recurrente es la de contratar una persona que se encargue de los cuidados de la persona, bien a tiempo parcial, bien a jornada completa o bien de manera interna. Existen empresas especializadas en proporcionar este tipo de servicios y que seleccionan a personas cualificadas para desarrollar el cuidado del mayor, exigiendo titulaciones de geriatría o auxiliar de enfermería por ejemplo. También se puede optar por esta vía pero de manera particular, es decir, sin la intermediación de una compañía. En este caso, es conveniente exigir cierta formación y titulación, así como referencias.

Residencia. Internar a una persona en un centro donde sus cuidados son atendidos las 24 horas del día es una alternativa a tener en cuenta. Su coste es mayor, pero la atención también lo es. Aquí habrá que valorar y decidirse entre una residencia pública, una privada o una concertada teniendo en cuenta precios y servicios. Según una encuesta de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) sobre la satisfacción con las residencias de mayores, las residencias públicas son las que mejor valoradas están y además el precio medio al mes es inferior al de las privadas (1.500 euros la pública frente a los 1.700 euros mensuales de la privada para una persona con dependencia moderada). El grado de dependencia hará variar el precio.

Centro de día. Para quienes no tengan un amplio grado de dependencia, los centros de día se presentan como una opción interesante. Se trata de lugares en los que se les presta atención sociosanitaria en función de la necesidad que el mayor tenga pero únicamente en turno diurno. Según los últimos datos aportados por Imserso, en España en 2011 había un total de 3.027 centros de día, lo que hacía un total de 88.036 plazas para personas que lo solicitasen.

Leido de MARIA VALERO . 5 DIAS

10 comentarios:

  1. Ciertamente el tema de las residencias es muy deficitario. Hay pocas y las públicas, sobre todo las ASISTIDAS (para personas con gran dependencia), se reservan para personas con muy pocos ingresos por lo que las clases medias es difícil que puedan acceder a ellas. Las privadas resultan muy caras y sobrepasan sus precios la las pensiones de la mayoría de personas de clase media. En el caso de los Centros de Día, hay más apertura. Un error, a mi modo de ver, es que en primer lugar primen los ingresos económicos en lugar de primar el grado de dependencia y el carecer de familiares con obligación de atender a los mayores.

    Los servicios públicos de Teleasistencia y Ayuda a Domicilio, solo alcanza a las personas de muy bajos ingresos, en el caso de los servicios públicos y en el caso de los servicios privados estos tienen un coste que resultan asequibles para bastantes mayores.

    En los países nórdicos, los servicios de atención a mayores son generalizados para todos aquellos que lo necesiten de acuerdo con su dependencia, en primer lugar, y carencia de familia, luego es gratuito o de pago según posibilidades económicas del mayor.

    Debería haber más residencias, incluso para personas válidas o poco dependientes, que por carecer de familia, prefieren vivir en una de ellas que ocuparse de una casa o estar en manos de una empleada. En la residencia se garantizan varios tipos de servicios, y el personal es siempre cualificado, se tiene compañía y se realizan actividades.

    Ahora está iniciándose algo que hace tiempo funciona en otros países, y es la construcción de condominios o hábitat de varias viviendas, más o menos pequeñas, que los mayores diseñan (con total eliminación de barreras, etc.) y adquieren en plan de cooperativa, tratando de compartir servicios comunes a la vez que intercambian, voluntariamente, servicios culturales y de otro tipo de acuerdo con sus habilidades y disponibilidad. En España hay ya dos o tres de este tipo y son un éxito (los he visto en Televisión). Algunas, han puesto incluso un parque infantil donde juegan y se relacionan los nietos de los residentes cuando van a visitar a los abuelos, y los críos van encantados. En fin, hay que demandar y impulsar estas iniciativas. Yo dentro de poco elijo vivir en residencia, de no hacerlo en uno de estos estupendos condominios, pero aquí en Coruña no hay ninguno todavía, es algo que está empezando.

    Perdona que me haya extendido demasiaso para un comentario pero es un tema muy interesante en el que hay que ahondar.

    Un cariñoso saludo

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    1. Querida Chela, me dices que te perdone, me ha parecido un comentario magistral y con gran dominio de lo que hablas. Mi agradecimiento en mi nombre y en el nuestros amigos, por ampliarnos horizontes

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  2. Un tema candente que nos interesa muchísimo. Gracias.

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    1. Muchas cosas ya las sabemos, pero siempre aprendemos algo de la experiencia ajena. Bss

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  3. Aunque creo que es un tema un poco manido y ya he dado mi opinión en varias ocasiones, he de decir que en la primera residencia que estuvo mi madre, por voluntad propia, creo recordar que le cobraban unos 1.300 euros, cantidad que efectivamente no cobraba de pensión, pero nos tenía a mi hermana y a mi para ayudarla. Cuando conseguimos una subvencionada, se abonaba el 75% de todos los ingresos que tuviera, posteriormente nos concedieron una de la Diputación General De Aragón (DGA) en Zaragoza, que es donde yo la iba a visitar todos los días, anteriormente la visitaba como mínimo cada dos días ya que me tenía que desplazar en coche.
    Desde la segunda residencia, ya iba en silla de ruedas, por lo que tuvo que aceptar lo que se le ofrecía.
    He de reconocer que nunca puso mala cara a nadie y participó en talleres de lectura, musicoterapia y otra cosa que le encantaba, el bingo, le recordaba la época que en su casa se jugaba todas la Navidades.
    Un saludo

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    1. No todos saben adaptarse, Pero a poco que estén atendidas correctamente, se integran, Quizá porque sean o hayan sido de una generación mas humilde, que han pasado por malos momentos, como la guerra fratricida que soportaron.

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  4. Aunque te puedas pagar una residencia, particularmente prefiero una comunidad de amigos autogestionada
    el cariño y el compañerismo no tienen precio
    Salut company

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    1. Desde luego Toni tienes un circulo de amigos envidiable, seguro fundas una colonia propia, y la disfrutais a tope.

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  5. La residencias como bien dices es un asunto pendiente de todos los gobiernos, no todas son eficaces y sobre todo hay que tener en cuenta sus medios humanos.
    un abrazo

    fus

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    1. Es una asignatura pendiente que ha de abordar el gobierno antes de que le explote el problema. Dudo mucho que tengan visión futura con la rapidez precisa.

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