lunes, 10 de noviembre de 2014

HISTORIAS EN MINIATURA


La pasada semana visité, para contaros, el Museo de Prehistoria de Valencia, donde se exhibe “Històries en miniatura. Les nostres primeres monedes” en el Centre Cultural La Beneficència. 

La colección numismática del Museo de Prehistoria de Valencia, configurada con piezas recuperadas en excavaciones, se ha ampliado a través de las adquisiciones realizadas durante los últimos años permitiendo enriquecer notablemente los fondos de la institución y situando al museo en un referente internacional en el ámbito numismático”. 

El montaje incluye también varios paneles murales interactivos muy intuitivos que explican al visitante las principales cecas valencianas y los diferentes tipos de monedas acuñadas según las épocas. 

La exposición presenta al público piezas únicas, auténticas obras de arte en miniatura, entre las que destacan algunos ejemplares de la antigua colección Archer Huntington de la Hispanic Society of America. Son piezas que constituyen un legado de una riqueza incomparable, resultado tangible del mosaico de culturas que poblaron la Península Ibérica entre los siglos VI a.C. y I d.C.

La muestra incluye una cuidada selección de monedas griegas, púnicas, hispano-cartaginesas, ibéricas, celtibéricas y romanas de plata y de bronce. Sus anversos y reversos transmiten incontables historias de aquellas gentes e invitan a participar de sus creencias y su variado mundo simbólico. “Pocos vestigios materiales de nuestro pasado son capaces de proporcionar un repertorio tan completo y sugerente de imágenes y textos”, explican los responsables de la exposición.



 La moneda fue un invento griego que se introdujo en la Península Ibérica hacia el 515 a.C. Fueron más abundantes a consecuencia de la Segunda Guerra Púnica, entre cartagineses y romanos. 



 La monedas de la península emplearon al menos seis sistemas diferentes de escritura: griego, púnico, ibérico orientas, ibérico meridional, sudlusitano y latín.





La mayoría de emisiones incluían símbolos o marcas que completaban el diseño principal, y cuyo significado no siempre resulta comprensible, animales, objetos y signos.

Millones de monedas de cobre o bronce fueron puestas en circulación desde mas de 200 ciudades entre los siglos III a.C. y I d.C. Se utilizaban en las transacciones cotidianas sin tener en cuenta el lugar o país donde habían sido acuñadas.





 El denario romano de plata fue una moneda de referencia, (parece ser que en época romana equivalía a un jornal diario).



















10 comentarios:

  1. Bonita colección de monedas.
    La moneda y el pozo. Una pareja que paseaba por el bosque se encuentra con un pozo profundo, él le dice a su mujer que es el pozo de los deseos y amablemente saca de su bolsillo dos monedas de un euro, le entrega una a la mujer y la otra la lanza al pozo, cierra los ojos y pide un deseo.
    Cuando la mujer se aproxima a lanzar la moneda y pedir su deseo, resbala y cae al pozo.
    Entonces el marido, sin poder creer lo que había sucedido, exclama:
    "¡Vaya éste pozo si que es rápido!".

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    1. Una pena que los pozos de los deseos se quedaran en el siglo pasado. Caso práctico: Soñé que habían desaparecido todos los políticos, luego desperté.

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  2. Muy interesante. Gracias por tu aportación.
    Un saludo cordial.
    Goriot.

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    1. Gracias a tí por opinar. Hay monedas que me resultan muy curiosas.

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  3. El dinero siempre tan sólido y tan huidizo, para tenrminar quedándose en las manos de los de siempre aunque hayan pasado siglos de historia.
    Saludos

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    1. Dicen que el dinero lo inventó el diablo, quizá por eso se suele hacerse tan mal uso del mismo. Bss

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  4. Interesantisimo
    Diferente paseo a traves dela historia

    Saludos y buena semana

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    1. En una excavación arqueológica, supongo ayuda mucho para clarificarla. Bss

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  5. Interesante eso de la numismática. Alguna vez me ha dado por coleccionar, pero solo eso, juntar y de vez en cuando, mirarlas. Pero eso nada más, no me gusta eso de que conviertan la diversión de coleccionar en una obsesión y, peor aun, en una esclavitud.
    Me gustó lo que muestras, porque me ha dado un paseo por la historia, cuantos reinos, cuantos imperios, perdidos, desaparecidos, que aun viven en sus monedas...

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    1. Ninguna obsesión es buena. A mi me dió por la filatelia, y tengo miles de sellos por ordenar, ahora no encuentro el tiempo, y cuando muera supongo irá todo a la basura.

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