LA AVENIDA DEL PUERTO

Quizás, nuestra Avenida del Oeste, (Avda. Barón de Carcer) debiera haber continuado en su momento hasta el rio, y el Paseo de Valencia al Mar, (Ahora Blasco Ibañez), hasta el mar. Esas obras son muy difíciles en la actualidad porque siempre hay daños colaterales, que además los partidos politizan para frenar actuaciones del contrario. Supongo que hace 100/200 años se hacían avasallando sin miramientos ni justicia, pero eran sueños de futuro de grandes urbanistas.

Alguien puede imaginar a Barcelona sin la Diagonal, una avenida de 200 metros de ancho que corta la ciudad en dos; imagináis la cantidad de viviendas, monumentos, iglesias que debió arrasar. Sin ella ahora sería una ciudad inviable para el tráfico.

Cuento esto porque estaba pensando en nuestra avenida del puerto, la calle mas larga de Valencia, a excepción de la de San Vicente, intra y extra muros.

Recuerdo cuando nos llevaba mi madre en tranvía a la playa de Las Arenas, saliendo de la pérgola de la Plaza del Caudillo, y recorriendo toda la avenida como por un túnel de follaje que proporcionaban los chopos plataneros, plantados en cuatro hileras, con el tráfico en tres carriles.

Otra cosa que me llamaba la atención era el largo nombre de la calle; Avenida del Doncel Luis Felipe García Sanchiz, que por aquello de “doncel”, mi mente relacionaba con algún caballero campeón de torneos de la edad media.

Pues esa avenida que ahora sin frondosos árboles nos acerca al puerto en un plis-plas, se debe al proyecto de Vicente Gasco, nada menos que en 1788, y fue inaugurada en 1802.

Su primer nombre fue Camino Nuevo del grao, que mantuvo hasta el final de la primera guerra mundial, cambiándose por Avenida de los Aliados. Comenzada la guerra civil del siglo pasado y todavía en 1936, volvió a cambiar de nombre al de Avenida Lenin, y parece ser que terminada la guerra en 1939, paso a ser la del Doncel Luis Felipe García Sanchiz, que yo conocí. En los tiempos recientes de democracia ha quedado como Avenida del Puerto que no deja dudas de su función.

Mi sorpresa máxima me la he llevado con mi “doncel”, pues este nombre correspondía a D.Luis Felipe García Sanchiz Ferragus, ahogado siendo grumete en el hundimiento del Crucero Baleares, en 1936.

Este joven era hijo del prestigioso “charlista”, (conferenciante + -) Federico García Sánchiz, Miembro de la academia de la Lengua y de Bellas Artes, y doctor honoris causa por la universidad de Manila.