Me quedaban por enseñaros las veletas del Mercado Central de Valencia, el pez espada que culmina el pabellón de venta del pescado, y sobre todo y en el punto mas alto del mercado, y sobre una corona real, “La Cotorra del Mercat”, simbolizando todas las habladurías que se pueden mantener en un mercado.
En los sainetes valencianos de finales del XIX, principios del XX, la “Cotorra del Mercat” siempre mantenían un diálogo, con doble sentido, con el “Pardal de Sant Joan”, y le contaba a este los cotilleos que había escuchado. Esta “cotorra del Mercat” está en contraposición a la veleta de la Iglesia de los Santos Juanes, conocida como el “Pardal de Sant Joan”, ambos en constante lucha imaginaria, la cotorra como emblema de lo mundano y el águila de San Juan como emblema de lo espiritual. Dos concepciones de la vida en un mismo espacio o lugar.
El espacio que actualmente ocupa el Mercado Central, fue desde la primera expansión de la ciudad, el emplazamiento habitual de los mercados ambulantes. En 1839, se inaugura, en esta ubicación, un mercado descubierto, el Mercado Nuevo, el germen del actual Mercado Central. Hacia finales del siglo XIX este mercado es claramente insuficiente para la ciudad de Valencia. Por este motivo, el Ayuntamiento de Valencia convocará hasta dos concursos para la construcción del nuevo mercado.
En 1910, el Ayuntamiento de Valencia convoca un nuevo concurso, y de los seis proyectos presentados se elige el de los arquitectos Alejandro Soler March y Francisco Guardia Vial. Ambos se habían formado en la Escuela de Arquitectura de Barcelona y habían trabajado en el equipo de colaboradores de Luis Doménech Montaner, arquitecto que se caracterizó por un estilo propio dentro de las líneas del modernismo.
Los arquitectos Alejandro Soler March y Francisco Guardia Vial, a instancias de la corporación municipal, modificaron el proyecto original y el Mercado se construyó de acuerdo con el proyecto fechado en noviembre de 1914. La obra la terminaron, en 1928, los arquitectos Enrique Viedma y Ángel Romaní.
Alfonso XIII protagonizó el acto protocolario con que se iniciaron los derribos. El 24 de octubre de 1910, con una piqueta de plata dio varios golpes en el muro del número 24 de la plaza del Mercado. Finalmente, el 23 de enero de 1928, se inauguraba el actual edificio del Mercado Central de Valencia.
De la red. |
Os contaba el otro dia la historia del pardal de Sant joan, y un amigo me ha recalcado una particularidad, que os amplío.
En valencia cuando una persona, normalmente niño está un poco despistado, "embobado", ausente. Le decimos estás "apardalat", que viene precisamente de esta historia, en la que el niño estaba ausente de todo fijándose si volaba el pájaro.
En valencia cuando una persona, normalmente niño está un poco despistado, "embobado", ausente. Le decimos estás "apardalat", que viene precisamente de esta historia, en la que el niño estaba ausente de todo fijándose si volaba el pájaro.
Me encantas estas entradas, conocer las historias de Valencia, sus alturas y detalles, es la mejor manera de aprender. Hoy he disfrutado. un abrazo
ResponderEliminarSiempre tan complaciente en tus comentarios, me alegro te gusten.
EliminarQué bonitas !!
ResponderEliminarY conocidas en la ciudad.
EliminarChe, em deixas apardalat con este post, interessant el que expliques, no la sabia
ResponderEliminarSAlut
Un poquet apardalats estem tots amb este panorama polític que ens deixen. M'alegre d'agraden. Salut.
EliminarSon muy bonitas. A mí me encantó el Mercado de Valencia!! Abrazos
ResponderEliminarEs un mercado para disfrutar comprando porque hay de todo.
EliminarQue maravilla de ciudad tenemos, y tal y como la explicas tú, todavía resulta más bella. Gracias y un abrazo Marcos.
ResponderEliminarPues que sigamos disfrutando Rafa.
EliminarInteresante entrada. Simpático el significado de esa veleta cotorra. Además de que es muy bonita, así como todas las veletas que nos has compartido lo son también.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, me alegro te gusten. Es el premio de mirar al cielo, aunque hay que saber donde pisas.
EliminarGracias, me alegro te gusten. Es el premio de mirar al cielo, aunque hay que saber donde pisas.
EliminarQué curiosa historia la que da nombre a la veleta, Marcos. Lo cierto es que las dos veletas son curiosísimas, con esos animales como protagonistas.
ResponderEliminarMuchos besos de las dos
J&Y
Simpáticos saludos amigas. Las cotorras son muy parlanchinas
EliminarComo buen valenciano, aunque soy de pueblo, cualquier cosa bonita o histórica que cuentas de valencia me hace muy feliz. Gracias.
ResponderEliminarUn saludo.
Para mi "mi terreta", es igual Castellon, Alicante o Valencia, todo me interesa, pero la ciudadc de Valencia es lo que tengo a mano para redescubrir.
EliminarAy, qué recuerdos me traessss, qué morriñaaaaaa . Quiero irme a casaaaaa :(
ResponderEliminarBesos
Esto es una casa de locos con la política,. dejalo para el verano.
EliminarMe gustaria ir pronto por esos lares
ResponderEliminarabrazo de enero
Ya sabes que aquí el invierno no es crudo.
Eliminar¡¡Oiga!!, las mejores patatas de Valencia, las borrajas más sabrosas, los saludables tomates de la huerta valenciana, las mejores naranjas del mercado...
ResponderEliminar- Escucha Jubi, estoy tratando de oír algo entre el bullicio de gente.
Si yo también lo oigo... es “La Cotorra del Mercat” que va un poco a su aire, y quiere participar del diálogo.
Casi podrías escribir un sainete.
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