jueves, 8 de junio de 2017

EL MEDIO AMBIENTE





Con motivo de la celebración del día del Medio Ambiente, el pasado 5, leo un magnífico artículo del biólogo D. Pedro López denunciando nuestra estupidez en la confianza en el paradigma tecno científico imperante, de que la ciencia resolverá los problemas que ella misma origina.
Corto y pego parte de lo expuesto.


La conservación del medio ambiente se promueve, cada vez, con más fuerza, porque el tiempo se «nos acaba». No soy apocalíptico. Los efectos negativos de la acción antropogénica sobre la Naturaleza no es algo que suceda allende los mares. Cada uno de nosotros formamos parte también de la naturaleza: la influencia es, pues, mutua. No podemos considerarnos al margen, como un espectador al que no le afecta lo que sucede en la pantalla de su mundo virtual. Respiramos el aire, comemos los alimentos y bebemos el agua que la naturaleza nos suministra. Todo está conectado. El gran problema del respeto al medio ambiente es comprender que su conservación es una cuestión vital que nos atañe de lleno. Y que la actitud que hay que desarrollar no es solo la de más tecnología, como si fuese una panacea universal que sirve siempre y para todo, sino ser conscientes de los límites de nuestra acción: no podemos alargar más el brazo que la manga. La Naturaleza no es una fuente de recursos ilimitados que impunemente podemos expoliar; sino que necesita ser cuidada, cultivada; liberarla de nuestra codicia acaparadora, origen de todos los desaguisados ecológicos. El cuidado del medio ambiente es, en último término, una cuestión moral. Es necesario despertar una actitud espiritual, de reverencia, hacia lo dado graciosamente. La naturaleza es la huella visible de Dios: cada uno de nosotros, en su singularidad; y el cosmos, con el planeta Tierra, nuestra casa común, en su totalidad. La belleza salvará al mundo, dijo Dostoyevski, porque despierta la nostalgia de lo inefable.


.Estamos interconectados no solo con nuestros coetáneos, sino también con nuestros antepasados que nos dieron la vida y el mundo presente; y, a su vez, con nuestros vástagos a los que dejaremos en herencia un mundo que, si no somos necios –ne scio, en latín, el que no sabe– ha de ser mejor. Esta es nuestra tarea.

2 comentarios:

  1. En general y a nivel ciudadano no vamos mal, los estados son los que tienen las palabras bonitas y los hechos archivados, hay mucha tarea y habría que empezar pronto. Un abrazo

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  2. El artículo es perfecto, la mayoría de los ciudadanos cada vez estamos más concienciados, pero ¿que ocurre con los gobernantes?
    Principales productores que emiten a la atmósfera CO2
    China: 25.36%
    Estados Unidos: 14.4%
    Unión Europea: 10.16%...

    Y EEUU se ha desentendido y no quiere saber nada sobre el Acuerdo de París.

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