martes, 10 de abril de 2018

SOÑANDO CON ELLA




En la actualidad he apreciado que mi sueño nocturno tiene varios altibajos. Suelo dormirme casi de inmediato sobre tres horas, y a partir de ese momento alterno entre sueños y conciencia en varias etapas, y conste que no me levanto por necesidades fisiológicas. En esos breves parones acude a mi mente cualquier cosa inesperada de las que puedan vagar por mi subconsciente. 

Anoche me visitó el recuerdo de ella inesperadamente, y con ello un montón de interrogantes. ¿Dónde estará? , ¿Guardará su elegancia?, ¿a quien mirará?, y me entraron unas ganas inmediatas de averiguarlo. 

“Saldré un momento” le dije a mi esposa, sabedor que ella tenía cita para arreglarse las uñas. Veinte minutos después de que saliera lo hice yo. 

Tomé el autobús al centro, a que me obliga mi nuevo domicilio, hasta la primera estación de metro para con la línea uno llegar a la estación de Maritim y de allí a La Marina. 

Era correcta mi información, al momento la reconocí en la lejanía, y un poco atolondrado y nervioso me fui acercado a ella muy despacio. Estaba allí orgullosa, con la mirada altiva y fija en el horizonte marino. Hizo como que no me veía, que no la importaba nada y lo entendí a la perfección, al fin y al cabo mi voto no fue para ella, y ella lo sabe. 

Quizá inmóvil hasta la eternidad, luciendo con gran elegancia su pamela junto a la Escuela de Empresarios. 

Siempre he adorado las pamelas. 

Estaba creído que la escultura donada por Manolo Valdés a la ciudad brillaría más en una fuente, pero regreso tranquilo, luce expuesta con dignidad sobre confortable tarima de madera.






  



11 comentarios:

  1. Original manera de llevarnos hasta ella, está realmente elegante y es que las pamelas tiene un toque que las distingue de otros tocados. Un aplauso por to originalidad y suspense y un abrazo

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    1. Las locuras del subconsciente. Abrazucos (Te he copiado).

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  2. Sin duda la encontraste elegante como tu recuerdo, esperando tu visita. Muy linda tu narración con que nos llevaste a ella.
    Un abrazo.

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  3. Me ha encantado tu publicación, pero aún he disfrutado más, haciendo el recorrido que has comentado, por lo que ahora se aproximadamente por donde vives y cuando sople una ligera brisa de oriente el olor al salitre marino lo podrás disfrutar desde tu nueva casa.

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  4. Bello relato.
    Las oamelas son muy lindas.
    Un abrazo

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    1. No es por nada, pero a mi esposa le sientan, que me pone.

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  5. Perdona. Quise decir las pamelas.

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