Como nacido en la postguerra
española de 1.936, tengo recuerdos de diversos accesos a refugios subterráneos en
la ciudad, muy localizados en diversas zonas. Los accesos eran muy similares
con un declive pronunciado a su interior.
De joven recuerdo haber
bajado a uno de ellos que se había habilitado como “casal” fallero. Con este
recuerdo y paseando por la plaza de la Iglesia de Quart de Poblet, junto al
templo de la Purísima Concepción, observo un acceso de los que narro, y que de
inmediato catalogue como un refugio que se había conservado.
Mi sorpresa ha sido que pese
a parecerlo por las características que he comentado, en esta ocasión se trata
de una cisterna medieval que data del siglo VII. Una de las pocas cisternas
medievales que todavía se pueden visitar en Valencia.
La Cisterna , fue declarada
Bien de Interés Cultural e inscrita en el Inventario general de Yacimientos
Arqueológicos de la Comunidad Valenciana. Actualmente es utilizada como sala de
exposiciones.
Según los testimonios
históricos, la Cisterna se llenaba con el agua que le llegaba desde el Turia, a
través de la acequia de Quart, una vez al año. Esto bastaba para abastecer a la
población durante esos doce meses. El llenado empezaba en la noche de luna
vieja del mes de enero. Como eran necesarias de 10 a 20 horas para realizar la
operación, ésta se prolongaba durante dos noches, desde las once hasta las
cuatro de la madrugada.
Muchas gracias, Marcos, por tan valiosa información. Siempre me ha gustado indagar en los aprovisionamientos de agua en ciudades que, como Valencia, han sido grandes ciudades desde épocas prehistóricas. No tenía noticias de esta cisterna, antigua o moderna, no importa, pero decisiva para los habitantes desde que se realizó. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Marcos.
El abastecimiento de aguas ya era primordial en los asentamientos Iberos que he podido visitar en la provincia, y los alcantarillados romanos muy curiosos, Puede que la mayoría ni lo piensen, pero su historia suele ser muy interesante. Estuve en Napoles el pasado octubre, y estaba loco por visitar el Napoles subterráneo, pero tampoco pude esta vez por falta de tiempo.
ResponderEliminarEsta cisterna me ha recordado la cantidad de neveros que tenemos desperdigados por la geografía aragonesa, especialmente por el pirineo, muchos ya han desaparecido debido a que eran simplemente agujeros protegidos por las sombras de algún monte o barranco e incluso en muy pocas ocasiones protegidos con techo y de donde en verano se sacaba el hielo para repartir por el/los pueblos próximos.
ResponderEliminarEn las montañas que rodean Vall de Uxo, una tiene el nombre de "nevera" y visité un nevero natural como el que cuentas.
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