Valencia tenía que tener un monumento, por pequeño que fuera al “labrador” valenciano.
Está situado en la Gran Via de Marques del Turia en su próximo enlace con la de Germanías.
Realizado en piedra por el escultor de Carpesa, Carmelo Vicente Suria e inaugurada el 3 de agosto de 1931
Es una figura única de un “llaurador”, (labrador), vistiendo “saraguells”, faja, alpargatas y camisa abierta, con azada y manta a sus espaldas, en la cabeza para resguardarse del sol, la barretina. Todo ello sobre una pequeña alberca, que por la dichosa crisis, tengo que fotografiarla sin agua, a mal que me pese.
En la cara anterior se inscribe "La Ciutat de València, al llaurador valencià". Y en la posterior, de cara a los jardines de la Gran Vía, los versos de Teodoro Llorente:
en "La Barraca", a un lado.
"...sobri, sofrit, lleuger, fort i lleal
el que en l'aspre guaret clava la rella,
y obri a l'aigua corrent fonda canal...".
Y en el otro lado, las líneas de Blasco Ibáñez:
"cuando toda la huerta dormía aún, ya estaba a la indecisa claridad del amanecer, arañando sus tierras queridas."
Debajo de la estatua y sobre el escudo de Valencia, "ANY 1931."
Como es domingo, vamos a darle una gota de alegría.
PENTATONIX EVOLUTION (Me gustan).
Chulo el vídeo. En el paseo de Denia al pescador. Hace un siglo el pueblo valenciano era principalmente llaurador, ¿se diu asina? o pescador. Ambos oficios hacen eco por aquí dentro, herrero también, y anda que no existen herrerías por la zona. Bs.
ResponderEliminarAsí se dice efectivamente. Parece ser que uno de mis bisabuelos fue herrero.
EliminarCariños.
En la mayoría de las ciudades se le dedica un monumento a una profesión que no se perderá nunca, pero cada vez hay menos personas que la practican y casi todos mayores, los labradores. En Zaragoza en el parque grande (en la actualidad ha cambiado de nombre y se llama parque José Antonio Labordeta) hay una alegoría a la Agricultura, pero como me ha recordado una canción que yo trataba de cantar de jovencillo aquí te la dejo "Los labradores"
ResponderEliminarViva la jotica. Está claro que es una profesión dura pero imprescindible, además siempre mirando al cielo, pendientes del tiempo.
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