De la misma exposición El oro sobre la piel, Detallo tres de los cuadros seleccionados sobre la representación de las joyas en el arte, ésta vez sobre cuadros religiosos.
Representación de la imagen de Cristo barbado y de largos cabellos, caracterizada por la estilización de sus rasgos, lo que le acentúa la expresión de su mirada, baja, íntima y recogida.
Viste túnica y manto rosáceo sujetos ambos por una joya funcional prendida en su hombro derecho. Es un broche labrado en oro con una gran gema engastada, ónix o turmalina, decorado con detalles ornamentales de perlas blancas y negras. Su forma ovoide es un símbolo de referencial al huevo del mundo.
Imagen de San Valero y de su
diacono San Vicente, ambos arrodillados ante la sagrada forma, representada en
un plano superior, de la que emana un gran resplandor. Angelillos alados
sostienen a su alrededor, guirnaldas de espigas y racimos de uva, símbolos
eucarísticos. San Valero revestido de capa fluvial, dirige su mirada al cielo
con las manos recogidas en el pecho en actitud de adoración. A sus pies, como
símbolo de renuncia a las glorias mundanas, el báculo de oro y la mitra,
insignias episcopales atribuidas a la santidad. La mitra de seda grisácea con
galón de oro y ribete trenzado, se enriquece en el centro con un gran cabujón
ovalado.
Pintura de estilo
academicista de correcta factura y rico cromatismo que representa la visión de
la Porciúncula, en la que la Virgen y el Niño Jesús, rodeados de coros
angélicos, se la aparecen a San Francisco de Asís.
Sobre sus cabellos, la
Virgen luce corona real abierta, formada por un cerco enriquecido por piedras
preciosas: rubíes, zafiros y brillantes, remado por florones calados.
Ciñe su túnica con cinturón
de oro, en cuyo centro, a modo de hebilla, lleva una pieza oval del mismo metal
con cabujón inserto en un ovalo. El ángel situado a sus pies porta un broche de
pedrería prendido en la hombrera.
De esas 112 piezas de diferentes épocas --púnicas, ibéricas, romanas, visigodas, póntico/danubianas, islámicas y cristianas medievales, el día de la inauguración conseguí hacer una foto, aunque me hago más idea viendo las tuyas.
ResponderEliminarUna curiosa exposicion, cuyas vitrinas apenas pude fotografiar por los reflejos de las luces en las urnas.
ResponderEliminarhermoso
ResponderEliminarGracias por opinar.
EliminarExcelente arte y excelente comentarios a la selección que has realizado, Marcos. Como siempre digo: lo tenéis todo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Que pocas veces nos paramos un gran rato frente a un cuadro, y que diferente es mirar de ver.
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