Ramón Gómez Ferrer (Valencia 1862-1924), fue un ilustre médico valenciano, que ocupó la cátedra de Pediatría de la Facultad de Medicina de Valencia durante 36 años.
Ingresó como socio de número en la Real Academia de Medicina y fue nombrado Hijo predilecto de la Ciudad de Valencia.
Permaneció hasta su muerte comprometido con los problemas sociales, trabajando en cuestiones como los tribunales de menores y la educación de los niños sanos y enfermos, y siendo Vicepresidente de la Junta de Protección a la Infancia y Presidente del Tribunal para Niños. Durante la última década de su vida se esforzó en dos proyectos que no llegaron a realizarse: la fundación de un hospital infantil en su ciudad natal y de un instituto de "Nipiología", es decir, de estudio interdisciplinar de todas las cuestiones relativas a la primera infancia.
Fue una figura muy popular por su generosidad con los pobres, motivo por el que se le recuerda con una escultura costeada por las madres valencianas, y situada en los Jardines de la Glorieta en Valencia, obra del escultor Francisco Paredes García o Don Paco, como era conocido por sus alumnos de Bellas Artes, destaco tanto en el campo de la escultura, ejecutando numerosas obras en la ciudad como en el campo de la docencia de Bellas Artes, en la Escuela del mismo nombre. Nació en Valencia, el día 28 de Mayo de 1881.
La Estatua, de 1920, muestra al Dr Gomez Ferrer sentado, esta realizada en mármol blanco y se ubica en los Jardines de la Glorieta, posteriormente y en los años 40, cuándo Paredes García ya se encontraba muy enfermo, se añadió a la estatua la figura de dos niños( nietos del escultor), realizados en bronce y en la que colaboró también su discípulo, Luis Bolinches (1895-1980), que fue un escultor , ceramista y dibujante ,muy apreciado por sus trabajos de niños y estampas valencianas y que también sería catedrático de Bellas Artes.
Paredes García , debido a sus grandes méritos , recibió el titulo de Caballero de la Orden de Isabel la Católica, honor que había sido instituido por el Rey Fernando VII, en 1815.
me encantan las estatuas, justo estaba pensando en hacer una entrada con una de por acá... pagada por las madres? que bueno, debe haber sido muy solidario este doctor... muy bella ademas y muy limpia! ja... salu2...
ResponderEliminarDebió ser un gran médico vocacionalmente entregado a su trabajo por los pequeños, sobre todo con poliomelitis.
Eliminar¡Qué preciosidad de escultura, Marcos! Un post mu ilustrativo. El padre de una de nosotras era médico y valoramos esa profesión como una de las más altruístas (dependiendo del médico, claro, porque hoy en día no se es tanto por vocación..., una pena). Un precioso homenaje al Dr. Gómez Ferrer.
ResponderEliminarSaludos
J&Y
Desde luego yo tambien entiendo la medicina solo como vocación, y con humanismo.
EliminarPrecioso ,Marco !! Me encanta este post .
ResponderEliminarSaludos
Pues me alegro mucho. Gracias por tus asiduas visitas.
EliminarMenos mal que tenemos muchos ejemplos de personas que dan ejemplo como el caso de Gomez Ferrer para compensar tantos otros corruptos. Apunto aquí la idea de que deberían levantarse estatuas negras a la gente de mal para vergüenza de todos sus allegados, entorno, amigos etc., no se si valdría la pena, se me acaba de ocurrir y lo escribo, lo que no puede ser es que tanto sinvergüenza ande suelto y encima ocupando cargos públicos
ResponderEliminarCreo que se afearian mucho las ciudades con esa sugerencia, además Tony, lo que hay que hacer es que queden en el olvido cuanto antes.
EliminarMerecida escultura a tan ilustre Médico para que perdure su recuerdo de persona comprometida con los problemas sociales y su generosidad con los pobres.
ResponderEliminarUn abrazo.
PD. Me apunto a la idea de Toni, lo malo será que en poco tiempo se llenaría cualquier ciudad de “estatuas negras” de sinvergüenzas.
A los políticos si les quitas el protagonismo se mueren solos.
EliminarEs un buen homenaje por tu parte.
ResponderEliminarBesos amigo
Es justo reconocer a los hombres que dan su vida por beneficiar a los demás. El sábado pasado tuve la gracia de conocer a un biznieto, que tambien lleva sus apellidos y es médico.
EliminarPues que bien te conservas con mas de cien años.
ResponderEliminarUna información necesaria y unas fotografías perfectas, Marcos. Homenajear a los ilustres, en cualquier rama del saber, supone sentirse orgullosos de ser conciudadanos de ellos, de nacimiento o adoptivos. La medicina en esta etapa que mencionas era tan escasa y la mortandad de niños tan elevada que la Pediatría, para mí una de las especialidades más complejas, ha sido un faro en la niebla del oscurantismo con aceite y agua y otras lindezas. Felicito a los valencianos porque no olvidan a nadie que ha ayudado al saber.
ResponderEliminarUn abrazo, Marcos.
El monumenrto lo pagaron las madres de su tiempo. Debio ser una gran hombre, de los que nunca se olvidan.
ResponderEliminarEl monumenrto lo pagaron las madres de su tiempo. Debio ser una gran hombre, de los que nunca se olvidan.
ResponderEliminarDesde la Asociación Cultural Ramón Gómez Ferrer le agradecemos el homenaje que, desde tu blog, hace al Dr. Gómez Ferrer. Gracias por su trabajo
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