La Primera vez que forme parte de un APA de colegio fue al escolarizar a mi primera hija. Nunca me había planteado la posibilidad de fallecer joven, pero al comprobar que año tras año, 2/3 padres de los que habíamos empezado el curso no llegaban a terminarlo, contraté un seguro de vida y accidente que he mantenido hasta que cumplí los 60 años.
Por supuesto me alegro mucho de no haberme beneficiado, pero lamento que por la falta de experiencia tomé un seguro sin ningún tipo de compensación al acabar. Actualmente mantengo solo el seguro de decesos que me abrieron mis padres al nacer.
La crisis económica, una de las más profundas que recuerda el mundo capitalista desde 1929, ha traído la preocupación de las personas de más edad en lo que se refiere a la asistencia sanitaria y las prestaciones para su inmediata pensión. Es por ello que las compañías de seguros intentan resolver estas lógicas preocupaciones con el lanzamiento de nuevos productos pensados para los más mayores que, hacia 2024, serán prácticamente la mitad de la población.
La preocupación por el futuro más inmediato, la falta de coberturas sociales, y la caída del poder adquisitivo, son algunas de las causas de esta nueva situación social. Muchos mayores en edad de jubilación o próximos a ella, tiene ahora además la obligación de atender las necesidades de sus hijos o nietos que han quedado sin empleo, disminuyendo la calidad de vida de todo el núcleo familiar y poniendo en peligro los años venideros.
Es por ello que algunas compañías aseguradoras han lanzado al mercado productos innovadores que intentan ofrecer cobertura extraordinaria al colectivo mayor de 75 años, un cuerpo social que, hasta el momento, no era bien atendido por las aseguradoras. Hay otros motivos, como tratarse del grupo social con mayores perspectivas de crecimiento en España para los próximos 20 años, cuando los niños del “baby boom” de los años 60 entren en la tercera edad. España es un país que para 2017 tendrá más defunciones que nacimientos, y su población se envejecerá tan rápidamente que para 2024, para la vuelta de la esquina, nuestro país tendrá 19,7 millones de mayores de 64 años, es decir, prácticamente la mitad de la población en edad de jubilación.
Hasta la fecha lo habitual era que las compañías de seguros trataran de atender a personas con un perfil dinámico en edad productiva, no a los mayores de 75 años, pero la disminución de coberturas y los riesgos que entraña la transformación de la pirámide de edad para los próximos años, aconseja suscribir coberturas que aseguren nuestra estabilidad. El hecho de que tampoco queden bien garantizadas las prestaciones por jubilación, es un aliciente más para quedar sobradamente cubierto. Hasta la fecha los mayores de 75 años no estaban cubiertos por un seguro de Decesos y Asistencia, tratándose de un tipo de seguro individual de prima única que no supone un producto familiar, como el que ofrece Seguros Santa Lucia.
Tradicionalmente los seguros han sido enfocados a personas en edad productiva, pero la crisis y la evolución de la población trae nuevas formulaciones que buscan ofrecer seguros asumibles, fáciles de entender y que cubran lo que el mayor necesita. A las habituales coberturas por deceso, pueden añadirse a la carta otro tipo de garantías como servicios funerarios, la asistencia jurídica o incluso la ayuda a domicilio para aquellas personas que queden solas.
Otro tipo de pólizas tienen además la posibilidad de incorporar coberturas adicionales de tipo médico, asistencia en viaje o formatos personalizados como la asistencia senior, un tipo de protección específica para personas de avanzada edad.
Pues tienes toda la razón, Marcos. Yo hice lo mismo que tu cuando me di cuenta que el pago del seguro era irrecuperable. Me enfadé conmigo, no con la compañía por ser tan descuidado y pagar a fondo perdido una cantidad, no pequeña, de por vida... No de por vida no, hasta un límite que era cuando, precisamente, la probabilidad de morir es más alta. Ahora, en efecto, las compañías son más "permisivas" pero, en cualquier caso bastante abusivas. De todas formas, como voy a hacer lo que sucede en "La cuadrilla de los once" de Lewis Milestone, 1960, para que no hayan "repartos proporcionales", pues eso, que me quiten lo bailao. Cuando quieras te cuento el final de la película o te enteras por tus medios.
ResponderEliminarUn abrazo, Marcos.
Pues lo desconozco, pero viniendo de tí será sorprendente, seguro. Un abrazo.
EliminarEs verdad al hacernos un seguro no lo estudiamos bien, pensamos solo en el momento pero no tenemos en cuenta todos los factores que a lo largo del tiempo intervienen.
ResponderEliminarTiramos mucho dinero con los seguros.
Un abrazo
Es la contraprestación a dormir mas tranquilos, Icue.
EliminarEl primer párrafo demuestra lo buena gente que eres. Yo se de uno que ofendió al proponérselo en la misma circunstancia, .... eso se paga, así le fue, no murió no, pero fue abandonado. Cuestión de buenos principios. Besos.
ResponderEliminarSolo intentar ser responsable de nuestras circunstancias, no tiene mas mérito.
EliminarAsí veo a mi padre... Veo cosas increíbles...un saludo desde Murcia...
ResponderEliminarLa vida nos va enseñando, pero casi siempre llegamos tarde.
EliminarNo hay nada más abusivo que las compañías de seguro. No estoy de acuerdo con Antonio, que se enfadó consigo mismo, ¿por qué? ¿por no haber comprendido todo lo que decían las diez páginas de letra pequeña en fondo azul, con un lenguaje imposible de comprender? ¿porque el vendedor del seguro no explicó lo que no tenía la menor intención de explicar?. No, las compañías juegan con cartas marcadas, y así no hay quién pueda obtener lo que legitimamente le corresponde. Cuando quieren vender, las compañías de seguro se presentan como instituciones de beneficiencia, pero en realidad son expoliadores sin piedad.
ResponderEliminarNunca aprenderemos, y la letra pequeña que siempre fastidia, tenia que ser a tamaño mayor del normal, precisamente para que nos asustase, y no en el anverso.
EliminarLo mejor de la mayoría de los seguros, coche, casa, hogar, es pagarlos y no tener que utilizarlos, claro que hay otros que deberían de dar contra prestaciones.
ResponderEliminarEl dormir tranquilo tiene su precio, pero vale la pena.
ResponderEliminarSiempre he dicho que lo mejor es tener seguros y no tener que usarlos.
ResponderEliminarBajo mi punto de vista, pocos llegan a usarse, el de decesos es el más común porque tarde o temprano habrá que usarlo :-(
No obstante, de entre todos los seguros que se ofertan, el que me resulta más interesante es el de salud. Nuestra Sanidad Pública es tan patética y tan horrorosa, que cada vez más la gente quiere (¿necesita?) un seguro de salud privado.
Interesante post, Marcos. Como todos los tuyos.
Un beso.
Pero no está al alcance de todos los bolsillos. En mi caso solo está mi esposa que está delicada, pero el coste es superior a los 200€ mensuales.
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