Me he sentido un infiltrado. La plaza del Canónigo Roger no quiere visitas, es casi imposible de localizar en el callejero, pues realmente solo, atiende a su nombre en valenciano: Canonge Roger Chillida, y a su vez se encierra en un cuadrado de fincas, celosas de la vista de extraños.
Pero una vez allí nos encontramos una alberca un tanto singular. No es mas que un rectángulo de esquinas redondeadas, dentro de lo que fuera una zona ajardinada rodeada de una vallita artística. Digo fuera, pues lo que pudiera ser alfombra verde de césped o grama, son simplemente hierbajos de poca altura.
Pero volvamos a la fuente. Es una fuente “muda”, no emite ningún sonido, ya que todas sus bocas son difusoras del tipo nieve o nube, pero, ó milagro, funcionando en su totalidad y es una alegría el contemplarla, pues infunde una tranquilidad de espíritu que se agradece. Si accedéis por Google Maps, ese día no funcionaba la fuente, con lo que pierde la razón de su existencia.
Una sencillez que te hace cómplice de su silencio, me ha gustado. Como disfruto de estas gratificantes escenas de mi ciudad, ignoradas hasta ahora.
Descubrimos tu ciudad juntos, para ti es un descubrimiento y para nosotros tambien. Un abrazo
ResponderEliminarPues mira, no creo haber pasado por ahí.
ResponderEliminarSaludos.
Me ha gustado tu descripción y efectivamente el día que google maps hizo las fotos de la fuente no salía agua.
ResponderEliminarAsí que sabiendo de antemano que poco podría ver, me he acercado montado en un drone para ver la perspectiva general y desde otro punto de vista.
Tengo que visitar Valencia, sin duda¡
ResponderEliminarBss y buen día.
No conozco esta plaza, que por los edificios veo que está en algún relativamente moderno barrio alejado del centro.
ResponderEliminarUn saludo.