La verdad es que nunca he leído demasiada prensa, pero esta nueva situación de jugar a bloguero, (además de tener el tiempo a mi favor), hace que me esfuerce en leer diariamente medios de comunicación, que antes ni pensaba que existían.
Totalmente de acuerdo con lo expuesto por Antón Losada en “eldiario.es”, lo comparto con todos vosotros.
Se acercan las elecciones y algunos aspirantes comienzan a tirarse a la cabeza aquello que más les gusta arrojarse después de corruptos y recortes: las pensiones. Por razones misteriosas, en pleno agosto, a medios de comunicación y candidatos les ha entrado una preocupación incontenible por la pirámide demográfica y el volumen de pensionistas.
Se agita con alarma el llamado "problema de las pensiones" y nuestros pensionistas, escuchando y viendo cuánto se vocea sobre ellos, deben irse a la cama cada noche convencidos de tener la culpa por ser muchos y vivir demasiado. Al parecer ahora los viejos son, ante todo, otro gasto que no nos podemos permitir.
No supone nada nuevo. Hace tiempo que fue declarada la guerra a los sistemas públicos de pensiones. Ya en 1994, en su seminal informe sobre pensiones y envejecimiento, el Banco Mundial advertía que las pensiones públicas generaban estancamiento económico al aumentar los costes del empleo y obstaculizaban el desarrollo de los mercados de capital al competir con las pensiones privadas.
Desde entonces las pensiones públicas dejaron de concebirse como un mecanismo de solidaridad. Ahora son capital que conviene "liberar" para invertirlo en los mercados financieros. En esta guerra contra las pensiones públicas todo vale, casi todo es mentira y, al parecer, cuanto más grande la bola, mejor.
La primera gran mentira consiste en presentar nuestras pensiones como un pozo sin fondo. Nuestra inversión en pensiones se mantiene en el entorno de del 11% del PIB y tres puntos por debajo de la media de la UE-15. De acuerdo con las previsiones más alarmistas, llegaremos al 14% del PIB en 2050. Un porcentaje inferior a lo que hoy ya dedican a pensiones países como Italia o Francia y muy parejo al gasto alemán. De hecho, de acuerdo con los datos de la OCDE, el coste de las pensiones en España ha seguido una trayectoria similar a los países de nuestro entorno.
En España no está pasando nada muy diferente a cuánto acontece en los países con los que solemos compararnos. Nuestras pensiones no afrontan ninguna situación excepcional. De hecho, la única excepción consiste en que nuestra inversión en pensiones siempre ha sido considerablemente menor. El actual déficit de la Seguridad Social no responde principalmente al incremento de pensionistas. Se debe sobre todo al aumento del paro y la imparable precarización del empleo.
La segunda gran mentira se refiere a las apocalípticas proyecciones demográficas que nos alertan sobre la insostenibilidad de sistema. Para que se cumplan han de concurrir fenómenos tan paranormales como que la población española caiga por debajo de los 41 millones, la inmigración sea casi igual a cero y el ritmo de salida al extranjero de nuestros jóvenes no decaiga ni con la famosa recuperación.
La tercera mentira consiste en llamar "gasto" a las pensiones, cuando en realidad representan una inversión. Si no me creen, piensen en todas las familias que han podido y pueden aún capear estos años de crisis gracias a las pensiones que han ingresado los mayores de la familia o el ahorro que esos mismos pensionistas suponen al Estado en términos de servicios sociales. A ver si dejamos de aceptar sin más esa falacia según la cual todo lo público representa un gasto improductivo y todo lo privado supone una inversión productiva. El llamado "gasto" en pensiones también estimula la economía productiva en forma de consumo y demanda.
Si se trata de meter miedo para que vote van bien, aunque puede que acaben por matar a la abuela de un susto. Si se trata de tomar decisiones serias para asegurar uno de los mayores logros de nuestra democracia: nuestro primer sistema público de pensiones, vamos camino de que nos engañen, otra vez.
Ya cansa tanta elección y se que suena a antidemocrata, pero es que aburre vivir en una campaña electoral permanente, promesas que no nos creemos nadie ni siquiera quien las dice. Un abrazo
ResponderEliminarDesde luego Ester, estamos mas que saturados.
EliminarY yo no sé como hay tanta cabeza para mentir y engañar y no para lo contrario, aunque sea un poquito.
ResponderEliminarBesos
Bueno, siempre usan la misma táctica, prometen lo que queremos oir, y como el cumplimiento no les penaliza, pues a vivir que son cuatro años.
EliminarCierto a mentir toca; ahora durante un porrón de días nos van a querer vender hasta la Alhambra, con tanto embuste y patraña. Por cierto me encanta el periodismo de Antón Losada.
ResponderEliminarSalud Marcos.
El caso es que no escarmentamos, y siempre hay muchos dispuestos a comprarla.
EliminarEstos políticos... Nos ha encantado tu reflexión sobre que las pensiones son una inversión. ¡Qué verdad más grande! ¡Cuántas familias han salido adelante gracias a los mayores!
ResponderEliminarBesos a montones de las dos y feliz jueves, Marcos.
J&Y
En esta crisis saliente habría sido una explosión social, de no existir los pensionistas.
EliminarTodo lo que los partidos políticos nos cuentan en las elecciones es pura demagogia, es mejor hacer oídos sordos a los cantos de sirena, así como a las peores previsiones que utilicen para tratar de ganar votos a costa del partido contrario.
ResponderEliminarY nunca hay nada bien hecho por la oposición, pasándose media legislatura en cambiar lo del anterior. Falsos demócratas.
EliminarLo malo es que no nos creemos ni las verdades y dudamos de todo en general. Las campañas si que son un gasto inútil que deberían desaparecer.
ResponderEliminarCasi nadie lee las propuestas; a los mitines van los de su partido que ya tienen decidido su voto, como tu dices, un gasto inútil, que sale de nuestros impuestos, de una u otra forma.
EliminarSi tan "malas" son las pensiones públicas yo estoy a favor de que podamos optar por un sistema privado. Así mis jefes en lugar de cotizar cada mes por mí algo más de 500 euros a la seguridad social podrían meter esa cantidad en mi fondo privado de pensiones, lo que me garantiza que cuando me jubile tendría un buen colchón financiero y si no llegase a jubilarme estaría ahí para mis herederos.
ResponderEliminarCon el sistema público el estado puede disponer de ese dinero desde ya y yo no tengo garantizado ningún importe. Todo dependerá de los años que viva tras la jubilación y sobre todo de cómo esté la situación entonces que igual ya ni existe el sistema público de pensiones.
Nos gusta ser muy alarmistas y asustar a los votantes con amenazas tales "como si entra otro partido a gobernar quitará las pensiones, las becas, el paro agrícola, la ayuda familiar..." Estamos en plan "asusta viejas" y el problema es que esa táctica les funciona, no sólo con las personas mayores sino también con gente menos mayor pero que se deja convencer por lo que escucha en televisión.
En fin, que esto es la guerra, y al parecer en la guerra todo vale
Un saludo
Cuca, me decía una amigo mio, muy mayor y muy sabio, " Mira si es mala la política, que siendo la madre, lo mas sagrado del mundo, le añades política, (madre política), y ya no es lo mismo.
EliminarYa se van a poner sus mejores trajes para mejor engañarnos!!
ResponderEliminarO la chaqueta de pana y la boina, que luego ya volverán a la corbata y el marisco.
EliminarCuca, te podría decir que los fondos de pensión también tienen otro nombre "los fondos de inmersión" y si sabes bucear quizás podrías recuperar una parte de tu dinero...suerte!
ResponderEliminarYo ya lo digo siempre, es un negocio de la banca y hacienda, que te cobra dos veces el IRPF.
EliminarDe los mayores solo les interesa el voto, por lo demás para ellos somos una ruína, pero los políticos y gobernantes no tienen problema, buenos sueldos y con pocos años de trabajo (si se le puede llamar trabajo) les queda una gran pensión, sin importar los pocos años cotizados. Así nos va.
ResponderEliminarUn saludo.
Las dos varas de medir. Tendrían que pasar un año con la pensión mínima, a ver como sobrevivían.
EliminarY yo me pregunto si realmente se creen que la gente mayor es tan tonta.
ResponderEliminarVergüenza me dan estos sinvergüenzas.
Saludos, Marcos
Lo siento Vero, pero sí, somos así de tontos y asustadizos.
EliminarReales tus palabras,saludos cordiales
ResponderEliminarPero no es exclusiva española, es así en todo el mundo.
EliminarPor aca nos engañan bastante tambien
ResponderEliminarPero como no hacemos paros y no tenemos ningun tipo de fuerza hacen con nosotros lo que quieren
A veces pienso que sucederia si los jubilados y pensionista no votaran ??
Saludos
Es que somos una gran potencial de voto, y no lo valoramos. Tienes razón.
EliminarHola Marcos:
ResponderEliminarTe he descubierto por Toro Salvaje. Soy nueva por estos lares. Vivo en Viena y soy Valenciana.
Un post muy lúcido el tuyo. Estamos gobernados por una panda de idiotas y mentirosos,y como bien dices, nos quieren meter miedo dia y noche. Efectivamente, cuanto menor las pensiones y los sueldos menos puede gastar la gente y menos se mueve la economía. Esto es de cajón, pero a estos tipos no les interesa. Supongo que no cesarán hasta empobrecer a la población para que cuatro manejen el mundo a sus anchas y se peguen la gran vida en sus yates y chaletazos.
Un abrazo desde Viena
Con las listas cerradas no podemos escoger a los competentes.
ResponderEliminarCon las listas cerradas no podemos escoger a los competentes.
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