Solamente recuerdo una vez que me revelé ante la autoridad materna, creándole un compromiso a mi madre en lugar público.
Fue el dia que se empeñó en comprarme unas sandalias porque llegaba el verano. Yo entendía que las sandalias eran de chica, y que yo no las llevaría nunca. (Como así ha ocurrido).
Mi madre no paró en aconsejarme hasta que la tuve puesta en pie derecho, momento en que le dí tremenda patada al espejo de la zapatería que saltó en mil pedazos. Mi madre salió abochornada y yo feliz de mi éxito.
LA FOTOGRAFÍA MAS ODIADA DE MI VIDA
Durante cerca de diez años estuvo colgando este cuadro en sitio preferente, en una sala de visitas de casa de mis padres. Su tamaño era notable con aproximadamente medio metro de altura.
Nunca dije a mis padres nada al respecto, ni me pasó la imaginación hacerles partícipes de mi vergüenza, cada vez que era enseñado.
Pero lo odiaba, lo odiaba con todo mi ser. Era mi cuadro maldito,
Mi abuelo paterno, al que no conocí pues falleció en 1913, era de origen aragonés.
Y a mi abuela materna, que convivía con nosotros se le debió de ocurrir lo guapos que quedarían sus nietos vestidos de “maños”.
Y allí quedamos expuestos mi hermano de “Maño”, y yo de “Maña”, con el pitorreo de las visitas, “Pero que guapa ha quedado Jesusito”.
Me comprendéis…
Claro que te comprendo. Las ocurrencias que tenían los padres con uno, y lo linda que luces, amigo. Jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande.
En aquel tiempo me llamaban "bolita" por lo gordito que estaba.
EliminarY con la mejor intención...
ResponderEliminarDe no haber sido así no lo estarías compartiendo.
Un abrazo
Desde luego no pretendía romperlo. El primer sorprendido fui yo mismo. Mi madre no recuerdo que me dijera palabra.
EliminarDenotas un carácter fuerte amigo Marcos
ResponderEliminarSAlud
No se contaba con nosotros, y por lo menos una vez habia que marcar territorio.
EliminarLas abuelas, siempre defendiendo a los nietos, ocultando sus travesuras, explicando historias... pero menuda ocurrencia, te entiendo yo lo hubiera pintado encima, y tambien habría roto el espejo... Abrazos
ResponderEliminarGracias compa.
EliminarTe entiendo perfectamente, y comprendo tu cabezonería, ya que de tal palo tal astilla, al fin y al cabo tienes descendencia maña.
ResponderEliminarSin haberlo conocido le tengo una cariño tremendo, porque debió ser un personaje increíble. A ver si os cuento un día parte de lo que me contaron de su historia.
EliminarTe comprendo. Pero es un entrañable recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mis nietas de tres años deciden como vestirse para cada ocasión. A nosotros no nos consultaban. Al abrigo de mi padre se le daba la vuelta y para mi hermano. Tres años después, se le daba otra vez la vuelta, y para mi. Menos mal que compraba buen paño.
Eliminar¡Vaya que caracter tenías...! Como buen mañico ya venías un poco cabezón...Un abrazo amigo
ResponderEliminarNo creas, salvo estos dos casos que recuerdo, era totalmente dócil. Los domingos por la tarde, cuando mi padre se iba al fútbol, nos íbamos a casa de mi madrina donde me sentaba en una taburete de tres patas y allí me pasaba todo la tarde. Inimaginable para cualquiera de mis nietos, ni cinco minutos.
ResponderEliminarBonitos recuerdos lo que nos traes hoy; los buenos siempre deben perdurar.
ResponderEliminarSalud Marcos.
En este caso no muy buenos recuerdos para mí, pero se me quedaron grabados.
EliminarPreciosos recuerdos, Marcos. Muchos valencianos emigraron desde Aragón, seguramente mis ancestros también. Me contaron que mi abuela bailaba la jota divinamente.
ResponderEliminarEl apellido Fonfría dicen viene de Asturias. Estoy convencido que las familias se movían por el hambre, buscando mejor vida.
Eliminarvivir de recuerdos
ResponderEliminarvivir el momento
leer lo que escribes
y me voy sonriendo
Buen pareado, seguimos viviendo.
EliminarHabrá de todo, pero hoy día no dudo en que alguna madre le reiría la gracia al niño, en lugar de salir abochornada como la tuya. Y la foto no está tan mal, están muy simpáticos los dos. Abrazos
ResponderEliminarLuego llegó mi hermana, y no me disfrazaron mas de chica.
EliminarUna foto curiosa para el albun de los recuerdos. Otra cosa es tenerla colgada diez años para enseñarla a todo el mundo, normal que sintieras vergüenza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Le tenía perdida la pista, y al final he encontrado el cuadro en Venecia, en poder de una sobrina que se casó con un italiano, hija de mi hermana, quien heredó el ajuar de casa de mis padres.
ResponderEliminarjaja.. es que uno a veces tiene de que avergonzarse ante las ocurrencias de los padres..
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