A la incomodidad y estrechez de los asientos de Low cost, se une mayoritariamente la nocturnidad de los vuelos. Despegar a las 6 conlleva estar a las 4 en el aeropuerto y el desplazamiento desde el domicilio. En total “levantarte” mínimo a las 2´30 AM.
A la monumental y bella Venecia ya la conocíamos de otras ocasiones, en primavera, verano y otoño, por lo que en este caso decidimos ni pisarla, y explorar como era la vida en el Veneto, y la verdad hemos aprendido mucho.
De entrada es una planicie al igual que Valencia que llega hasta los Alpes. Deduzco con acarreos de tierras durante siglos que le dan unas tierras agrícolas de mucho rendimiento.
La gente muy sencilla y accesible, totalmente extrañados que un turista elija la opción de visitarles.
Tal como llegamos a Treviso los pasajeros, diría que salvo nosotros, se fueron a los buses lanzaderas directos a la isla.
Por nuestra parte teníamos reservado un Ford Focus con GPS, (imprescindible), con la Cia. Goldcar, a precio cerrado y kilometraje ilimitado.
El siguiente paso desplazarnos a la casa rural contratada, en Barchesa.
Por supuesto hay poblaciones grandes, como el mismo Treviso, Padua, Vicenza, etc., pero huimos de palacios y museos obtando por el contacto directo y nos estuvimos moviendo por Pedanías, Barchesa, Scorze, Capella, Bassa, Montebelluna.
Fue un acierto la casa Rural reservada en Airbnb, con precio de fuera de temporada. Teníamos cuartos donde elegir, pero lo mas simpático fue el dormitorio del ático, aunque con difícil acceso por escalera de caracol.
Por lo demás, totalmente equipada, suelo radiante, y toda la noche se mantenía en 18º-
La anécdota la pusieron visitantes no esperados. Compramos un “panetone”para desayunar el día siguiente , y cuando bajamos a la cocina, el panetone andaba solo por la mesa sobre un súper ejército de sonrientes hormigas. Efectivamente, estábamos en el campo.
Todos los días fueron despejados, y la temperatura constante, 2/3 grados bajo cero al despertar, y sobre 4/5 positivos al medio dia.
Dicen que sarna con gusto no pica, lo digo por levantarse tan temprano para ir al aeropuerto y por esas temperaturas invernales que no debían ser muy agradables. Al final compensa el sacrificio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Valió la pena, pues ahorrábamos mas de 100 euros, y el presupuesto era bajo.
EliminarPues parece que el viaje ha sido estupendo, hasta la anécdota hormiguera ha resultado simpática, cuando todo sale bien se renuevan las ganas de prepara otro viaje, Un abrazo
ResponderEliminarSolo he contado las primeras horas...
Eliminarpor lo que leo la pasaron bien y eligieron un lindo destino. Se recuperaron enseguida de esa madrugada movida entonces. Saludos a ambos!!!
ResponderEliminarSi valoras los inconvenientes como anécdotas, te quedas siempre con lo positivo.
ResponderEliminarLo de las hormigas es normal, no por estar en el campo, era simplemente que con el frío que hacía, estaban haciendo ejercicio para entrar en calor.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo. Su obligación es estar ivernando.
EliminarLo de los vuelos nocturnos es también aquí en Chile una opción muy usada, Marcos. Vale lo de " el que quiera celeste, que le cueste". Las hormigas ladronas del pan, imagino que no alcanzan a opacar una grata y distinta experiencia de viaje.
ResponderEliminarEl panetone Esteban es un bizcocho alto con pasas.
EliminarMenos mal que eran hormigas porque otro tipo de visitantes hubiese provocado que no pegase ojo en toda la noche. Que envidia me da vuestro viaje.
ResponderEliminarMe alegro que lo disfrutaseis. Un abrazo.
Gracias Chelo. El lugar y lo que hiciéramos es solo almacenar recuerdos.
ResponderEliminarMuy bien Marcos!
ResponderEliminarSaludos desde los 35 grados C a la sombra, de Buenos Aires!
Cuanto añoro mi verano
EliminarMi querido Maestro y amigo.
ResponderEliminarEn estos días tendré un vuelo en el que la levantada sera alrededor de las tres de la manana y en un lugar frio. Brrrr.
Fuerte abrazo!!!!!
Pues no apetece nada, verdad. Ademas es que no te dejan dormir con tantas cosas que quieren venderte en el vuelo. Por lo menos aquí.
EliminarLos viajes son grandes experiencias para el recuerdo.
ResponderEliminarLa anécdota es muy simpática.
Un abrazo. Feliz fin de semana
Bueno tuvimos algunas mas.
EliminarYa veo que hace frío por esos lares. Aunque más al Norte que nuestra Valencia, no pensé que hiciera tanto frío, (o es que coincidió la ola de frío que hubo); de todas formas ya veo que la casa estaba perfectamente acondicionada y pertrechada de alimentos para la vida de todos sus habitantes.
ResponderEliminarSaludos.
Parece ser un poco extremo comparado por Valencia, aunque comentaron que una semana antes subía al mediodía sobre los 7º. No obstante dos días después de volver ya nevaba en lo que visitamos de los pre-Alpes.
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