Pertenezco a esa generación de post-guerra donde nuestro mejor juguete era la propia imaginación. Así, cuando teníamos una caja de zapatos vacía, un estuche del dentífrico o un carrete de madera de la máquina de coser, lo transformábamos de inmediato en una casa con puerta y ventanas, un aeroplano, o una cañón.
Mi padre nunca supo exactamente el glorioso año que me brindó, puede que 1951/52, en que decidió probar a ser cazador, trayendo a casa los cartuchos disparados, que de inmediato se transformaron en un ejército de muñecos a mis órdenes.
Lo primero era pintarles la cara y colocarles un cinturón de hilo de coser donde sujetaba la espada o la cimitarra, según conviniese, (el cómic del momento era el Guerrero del Antifaz), por lo que mi ejercito de soldados sin brazos eran cristianos contra sarracenos.
Os lo cuento porque he visitado los almacenes HIPERCOR, en cuyo primer piso he podido disfrutar de unos maravillosos dioramas de muñequitos “Playmobil”, que de seguro volverán locos a los chavalines actuales, menos imaginativos. Comprobadlo vosotros mismos.
Bueno no se si a los niños o a los papás, les va a atraer más.
ResponderEliminarEstuve recorriendo super (Abu reina maga ja ja) y no vi nada así.
Parecidos si.
Cariños
No creas que yo no tuve juguetes, a los 5 años tenía bici de dos ruedas, (porque mi padre no la había tenido nunca), y a los 7 tren eléctrico, que jugaba mi papa, y yo miraba. Pero podía colocarlo nuevamente en la vía si descarrilaba.
Eliminar¡¡Al ataque mis valientes!!...
ResponderEliminarBueno, mejor lo dejamos. El viernes en la sala de espera de oftalmología había un niño jugando con un coche del tamaño de un puño que tenía de todo. Tanto es así que sentí curiosidad y se lo pedí para que me lo dejara ver, una vez saciada mi curiosidad le comenté a la madre prácticamente lo mismo que nos cuentas en el primer párrafo. Ella joven también, me comento que ahora los juguetes son cada vez más sofisticados.
Las fotos perfectas.
A los mas pequeñines solemos comprarles unos coches preciosos que andan solos, tocan músicas variadas, con luces de todos los colores, y saltan los obstáculos, mientras que el "afortunado" solo mira.
Eliminar