martes, 19 de febrero de 2013

MUSEO DE LA HISTORIA DE VALENCIA (I)





Este museo moderno tienen unas características muy especiales para repasar, yo diría revivir, de una forma interactiva la historia de Valencia, pero de dichas características y contenido ya os contare otro día.

Hoy solo quiero destacar el continente en sí por la preciosidad de sus arcadas de ladrillo, otrora cubiertas por las aguas, pues su finalidad fue la de almacenar agua como depósito para las fuentes de la ciudad.

El edificio que acoge el museo fue en origen el primer depósito de aguas de Valencia. Lo construyeron Ildefons Cerdà y Leodegario Marchessaux a partir de un diseño original de Calixto Santa Cruz dentro del proyecto general de abastecimiento hidráulico a la ciudad.



El proyecto contemplaba la captación de aguas del río Turia en el vecino municipio de Manises, su decantación y conducción hasta el depósito y finalmente la distribución por la ciudad en ocho fuentes públicas, la primera de las cuales era la de la plaza del Negrito. El servicio se inauguró en 1850, uno de los primeros de Europa.

El depósito, con una superficie de 2600 m2, estaba en origen excavado en el suelo, y se cubría con once bóvedas de ladrillo apoyadas sobre 250 pilastras. A plena capacidad, permitía alojar más de 9000 m3 de agua. Su ubicación, en el extremo del término municipal de Valencia, se justifica por la necesidad de conseguir presión para el suministro.

Con el tiempo, la demanda se incrementó y fue necesario construir nuevos depósitos, como el del Collado en 1932 . Nuestro depósito fue pasando a un segundo plano dentro del sistema de abastecimiento, hasta que en la segunda mitad del siglo XX quedó fuera de servicio y casi abandonado. “Redescubierto” a mediados de los 90, se restauró para volver a la vida una de las joyas más notorias de la arquitectura industrial valenciana.




















3 comentarios:

  1. Sencillamente excelente, amigo Marcos. Otra de las muchas opciones para no dejar jamás de cambiar de ruta en Valencia.

    Un abrazo, amigo.

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  2. Me parece fabuloso que se rescaten estos edificios, que además son historia de las ciudades, y que muchas veces dejan morir para hacer edificios nuevos, muy costosos y que pocas veces son más hermosos que los antiguos.Desde luego este resulta bello, sobrio y elegante, muy apto para haberse convertido en museo. Gracias por divulgarlo y que nuestros políticos tomen buena nota. Yo aquí sigo viendo como se arruina el bello edificio de la antigua Fábrica de Tabacos y que ya comenté en una ocasión en mi blog. Falta imaginación y habilidad para conseguir mecenazgo (ahora que las arcas públicas están practicamente vacias) y procurar la colaboración ciudadana, sabiendo entusiasmar y motivar.
    Un abrazo.

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