martes, 1 de abril de 2014

DEL HOSPITAL A CASA ¿Y AHORA QUÉ?



Por la asociación Vivir como antes, (Mujeres afectadas de cáncer de mama), fui invitado a la presentación de un nuevo libro de Teresa Bosque Moliner, en los locales de la asociación de vecinos de mi barrio.

Mª Teresa Bosque Moliner, como nos cuenta en su libro, es Técnico Auxiliar de Enfermería y escritora. Actualmente trabaja en el Consorcio del Hospital General Universitario de Valencia, en el servicio de Hospital de día de Oncología, e impartiendo talleres de Cuidados al Cuidador, dirigidos a familiares de pacientes ingresados en Oncología, y para otras asociaciones.

El libro en cuestión se titula “del hospital a casa ¿y ahora qué?”. Es un libro sencillo, muy fácil de leer, pero ante todo es una guía practiquísima para el cuidador no profesional, para el pariente del enfermo encamado, que de la noche a la mañana, y una vez ha salido del hospital se encuentran ante el reto de cuidar en casa a un enfermo, sin que nunca te lo hubieras planteado.



Mª Teresa nos aclara principios básicos para entender los términos hospitalarios: que es la enfermedad, los cuidados paliativos, las unidades de atención domiciliaria, etc. Estando la parte mas importante dedicada a los cuidados del enfermo, la ropa de cama, como cambiarla, el aseo del enfermo, y específicos, como las sondas, ostomía, enemas, sin olvidar algo muy a tener en cuenta, el cuidado al cuidador, tanto física como mentalmente, acometiendo temas tan delicados como la actitud ante la muerte.

Mª Teresa en una profesional vocacional, una enamorada de su trabajo con una inquietud por ayudar al prójimo digna de encomio. El libro es directo, sin rodeos y sin grandes explicaciones científicas, para que lo puedas utilizar de forma ágil y sencilla.

Para quien pudiera interesarle os facilito sus enlaces.


10 comentarios:

  1. Toda ayuda es poca, es difícil la vuelta a casa, enfrentarse a los miedos y no todos estamos preparados. Un abrazo

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  2. que tema, profundo.... a todos en algún moemnto nos pasa y si no estamos preparados para saber que hacer cansa y debilita el ánimo y la mente... gran entrada, útil.... salu2...

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    1. Por eso hay que cuidar al cuidador, como diceMª Teresa.

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  3. En mi caso y con respecto a mi suegro, compramos una cama geriátrica, un colchón antiescaras, contratamos a una persona por las tardes para que nos ayudara, por las mañanas venía un enfermera a limpiarle las llagas de los pies, pero a dos por tres llamando a urgencias, por motivos que en realidad desconocíamos. Seguíamos las indicaciones de la enfermera, pero nos llenamos de medicamentos, yo a dos por tres tenía que ir al médico y por la noche hacíamos guardia la mitad mi mujer y el resto yo.
    No vives.

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    1. Unos mas que otros, todos hemos tenido nuestras propias vivencias, el haber cerrado los ojos a mi padre, fue un gran honor. Mi madre falleción a la hora de haber terminado mi turno de noche.

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  4. Este es un tipo de libro que se podría decir que se le saca una utilidad en casos así.
    Yo sin ser enfermera ya casi podría escribir uno parecido. Cuidé a una tia con alzheimer siete años. El ultimo año fue horrible. El cuidado de mis padres: mi padre que murió de cancer y mi madre que tuvo de todo, desde un cancer de colon hasta...
    En fin, paciencia,paciencia y paciencia. Y alguien que te guie al principio. Y ayuda de otros si es posible.
    Gracias por la lectura recomendad, Marcos.
    Un abrazo.

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  5. El cuidado de mis padres fue compartido con mi hermana.

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  6. Paciencia, paciencia y mucha entereza. Tus padres estarían muy orgullosos de vosotras.

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  7. Gracias Jesús Marcos.
    Palabras y comentarios como los vuestros son los que me hacen continuar en esta ardua tarea de escribir y enseñar a quienes no saben. Algo tan sencillo como una pequeña recomendación, un consejo, un saber escuchar de labios de esa persona preocupada por un inquieto futuro, sentirnos desnudos ante el mundo en nuestra propia casa por no saber como resolver una situación, difícil a veces.
    Siempre digo que un enfermo ya no es el mismo de antes de un ingreso, pero tampoco los familiares, los cuales llegan a tener una carga, en ocasiones difícil de sostener.
    Y este relato corto es para todos tus blogueros:
    “Paso mis dedos suavemente por las incipientes arrugas que han ido apareciendo en mi rostro, hoy mas bello que nunca.
    Y al igual que el árbol se despoja cada año de sus hojas y parece morir, luego renace y se cubre de nuevo de yemas, hojas y frutos. Disfrutemos de la vida con fuerza, como ese árbol, cargados de flores y frutos.”
    Teresa Bosque Moliner

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