martes, 6 de mayo de 2014

LA CRIPTA DE SAN VICENTE MARTIR




Es muy probable que muchos valencianos no conozcan la existencia de la cripta arqueológica de la llamada “Cárcel de San Vicente Mártir”, ya que está situada a espaldas de la misma. Su entrada se encuentra en la Plaza el Arzobispo, frente al Palacio Arzobispal.




Esta cripta alberga una capilla funeraria visigoda con planta de cruz. Cuatro canceles ricamente decorados enmarcan la sepultura de un obispo valentino, fallecido a mitad del siglo VI.

Cuando el rey Jaime I entró en la ciudad (1238), solo se conservaba en pié el brazo norte del inmueble, sobre el que mandó erigir una capilla en honor al mártir, conocida popularmente con “Cárcel de San Vicente”.

Bajo ella se encuentra un edificio de planta cruciforme, datado en época visigoda, en realidad se trataba de una capilla funeraria construida para alojar los restos de algún prelado, la cual formaría parte del conjunto episcopal, probablemente como un anejo de la catedral. Su estado de conservación era excelente e incluso uno de los lados del crucero conservaba la cubierta. 

El espacio interior de la capilla se hallaba dividido en diferentes estancias mediante tabiques. A lo largo del proceso de excavación se llegó a la conclusión de que éstos se habían construido en época islámica para transformar el edificio en baños palatinos. A principios del siglo XI se amortizó está fase, arrojando tierra y escombros dentro de la construcción. En los niveles de amortización se encontró una ingente cantidad de cerámicas decoradas y sin decorar, así como dos espléndidos jarros de bronce, un huevo de avestruz decorado, y un dínar fechado en el 1007-1008. 

Está construida con una fábrica mixta de sillería (reutílizada) y mampostería, poniendo especial atención en el acabado exterior, en el que se utilizan encantados de mortero para señalar los sillares. El edificio se cubría con bóveda de cañón y cabe la posibilidad de que tuviera una segunda planta. En los pies de la nave se construyeron arcosolios para contrarrestar los empujes de la cubierta, probablemente usados a modo de capillas para disponer sarcófago.

El crucero está separado de la nave y del presbiterio por una doble línea de canceles, realizados en piedra caliza finamente labrada y sostenidos por barroterras de mármol. En el centro del crucero se halló una tumba y, en su interior, los restos mortales de un individuo masculino de edad madura. Por la posición de los huesos y las características de éstos se llegó a la conclusión de que se trataba de una inhumación secundada, esto es, que el cuerpo fue sepultado en otro lugar y posteriormente se desenterró y trasladó a esta tumba. En el exterior del edificio, en cada una de las esquinas, hay tumbas en cista construidas con grandes fajas de piedra. 

























10 comentarios:

  1. Buen documento en imágenes y narrado. Estuve visitando Valencia y no lo vi.
    Un saludo Marcos

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    1. Ya he dicho que queda muy escondido, pese a lo céntrico. Bss.

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  2. No lo sabía. pero nos lo has explicado con todo lujo de detalles y fotos. Muchas gracias

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  3. ¡Qué curioso!
    No conocía esto, gracias por compartirlo.

    Deberían visitarlo todos los que pasen cerca por turismo y a los que no les quede muy lejos de casa también.

    Un abrazo, Marcos.

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    1. Los dos funcionarios que lo cuidan y ponen los audiovisuales estan mas que aburridos.

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  4. Ayer no pude dejarte un comentario, pese a que había visto de pasada las fotos, por cierto son muy buenas. Me han recordado ligeramente, pero sin restos humanos, las ruinas de la antigua Caesaraugusta de Zaragoza que se encuentran en cuatro sitios en las proximidades del Ebro y de la Catedral de La Seo.

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    1. La verdad es que tenemos una historia riquisima, y en cualquier ciudad falta tiempo para conocerla realmente.

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  5. Una documentación muy acertada y un reportaje fotográfico excelente. Esta cripta debo visitarla porque nadie me había informado de ella ni he oído hablar de dónde se encontraba. Muchas gracias, Marcos, porque estos monumentos históricos deberían ser visitados con frecuencia y disfrutar de su espiritualidad.

    Un abrazo, Marcos.

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    1. Es cierto Antonio, hay ciertos lugares que parece te transmiten algo espiritual. Me pasó muy fuertemente en una especie de capilla en Segovia.

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