Vicente Doménech, conocido por el sobrenombre de "El Palleter" fue personaje popular y destacado en la Guerra de la Independencia Española. Según la tradición, sería el primero en alzar su grito de revuelta contra los franceses en Valencia.
Doménech, fue un huertano nacido en Paiporta en 1783, que a los ocho años se trasladó al barrio de Patraix con unos familiares. Su indumentaria consistía en un traje de huertano o de "saragüell", con una faja roja en la cintura.
Era su trabajo el vender pajuelas inflamables (oficio que daría nombre a su apodo).
En la placeta de les Panses, junto a la iglesia de la Compañía de Jesús, varias veces a la semana llegaba el correo y la prensa desde Madrid, allí se reunía la gente para leer en común la gazeta. El ambiente ya estaba tenso, llegando días antes algunos párrocos a invitar en sus sermones al pueblo a defender su tierra frente al francés, como fue el caso del padre Rico en la pedanía de Beniferri.
La valenciana arrogancia
Siempre ha tenido por punto
No olvidarse de Sagunto
Y acordarse de Numancia.
Franceses idos a Francia,
dexadnos en nuestra ley,
que en tocando a Dios y al Rey,
a nuestras casas y hogares,
todos somos militares,
y formamos una grey.
Mientras dentro se mostraban indecisos, El Palleter, fuera entre la multitud, se desenrolla la faja encarnada que llevaba ceñida, la trocea y reparte entre sus compañeros, y guardando el trozo más grande para sí mismo lo pone en la punta de una caña; Enarbola Vicente Doménech su "bandera" entre aclamaciones de todo tipo que no cesaban a su alrededor, se dirige Vicente hacia la Plaza del Mercado. Llegan a la casa donde se vende papel sellado y Vicente, pide que se lo entreguen todo, y tomando un pliego, sube sobre una silla, lo rompe ante una multitud y dice a gritos
"¡¡ UN POBRE PALLETER LI DECLARA LA GUERRA A NAPOLEÓN: VIVA FERNANDO VII, I MUIGUEN ELS TRAIDORS!! ”
Tras el levantamiento del pueblo valenciano, simbolizado en El Palleter, contra la orden dada por el gobierno de Madrid de reconocer por rey de España a José Bonaparte, y forzado por la iniciativa popular, tras varios intentos de emitir un comunicado que no molestara a los franceses, el Acuerdo declaró de facto la guerra a Napoleón el mismo 23 de mayo de 1808 y, proclamó en bando, rey de España e Indias a Fernando VII, así como el alistamiento.
Como hace días que no viajo nada, me he acercado hasta Valencia, -con el móvil por si me perdía-, para ver la escultura de tan mítico personaje, y al parecer como Agustina de Aragón en Zaragoza, fue otro de los precursores del levantamiento popular contra los franceses.
ResponderEliminarHe descansado a la sombra y luego me he tomado una horchata de chufa.
Valencia no tiene secretos para tí, un dia quedamos y me la enseñas.
Eliminar¡Nos encanta saber más de la Historia, y más si se trata de la de España, Marcos! No en vano una de nosotras estudió esa preciosa carrera.
ResponderEliminarGracias por este bonito post.
Besos de las dos
J&Y
Me alegráis el día cada vez que comentáis. Un placer leeros.
EliminarMarcos, pretendo dejarte un comentario (con este son ya tres) y parece que tengo problemas ??????.
ResponderEliminarSaludos.-
Sí, veo que ya lo he conseguido.
ResponderEliminarComo siempre darte las gracias por tus escritos y fotografias, son estupendas.
Esta noche entraremos a escuchar habaneras, veremos que pasa.
Un saludo.-
Que lo vas a pasar de cine, y luego lo veremos en tus fotos. Un abrazo.
EliminarMarcos, has de explicar a un astur lo que es una pajuela inflamable.
ResponderEliminarSalu2.
Tengo entendido que eran las precursoras de las cerillas o fósforos actuales. En realidad astillas de madera fofa, y mayormente pajuelas de tallos secos de gramíneas, cereales de caña (trigo, avena, centeno, cebada, arroz) en parte sumergidas en azufre fundido o potasio, el fósforo vendría mucho después. No creo fueran de ignición automática, pero prácticas para propagar el fuego.
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