En el patio de la Beneficencia podemos visitar un vagón del tranvía eléctrico que cubría la circunvalación de Valencia. Al contrario de todas las otras líneas, pintados de amarillo, la línea 5 era azul, y tenía puertas automáticas, llevando conductor y cobrador, sentados.
Otra curiosa exposición que os acerco.
Fue promotora de la electrificación la sociedad lionesa "Compagnie Generale des Tranways Electriques de Valence (Espagne)", que aprovechando la suspensión de pagos de las dos empresas tranviarias por la crisis de 1895, adquirió las líneas de una de ellas, la "Compañía General de Tranvías".
Comenzó el cambio de tracción con el "Ravachol", el tranvía a vapor que desde 1892 enlazaba Valencia con su Grao y la playa del Cabanyal, y lo continuó sustituyendo la tracción animal de las líneas de Torrent y Catarroja y la mixta animal-vapor de la Pobla de Farnals.
La modernización agudizó la crisis financiera de la otra empresa, la Sociedad Valenciana de Tranvías (STY), de tal manera que la lionesa fue, paulatinamente, haciéndose cargo de sus líneas y electrificándolas. Cambio de tracción urbana y suburbana que concluyó cuando la electricidad sustituyó el día 28 de febrero de 1925 a las caballerías en la Línea del Cementerio, un negocio independiente desde 1903 de Lladró y Cía, que finalmente pasó a los activos de la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia (CTFV), empresa creada en 1917 para nacionalizar la compañía francesa, principalmente para eliminar los problemas monetarios con las fluctuaciones de cambio y los dobles impuestos.
Después, en el largo período hasta 1950 hubo expansión de líneas, incorporación de nuevos vehículos de dos ejes y sobre carretones y numerosas reconstrucciones de carrocerías, y apogeo económico, con repercusiones de la guerra civil y la posguerra en su segunda época. El declive, en buena parte propiciado por estamentos públicos que consideraban este medio de transporte obsoleto y sustituible por autobuses de fabricación nacional culminó con la supresión de las últimas líneas de tranvías el 20 de junio de 1970.
Desaparecieron los tranvías, en cuatro de sus líneas la tracción eléctrica siguió con trolebuses de ocasión hasta 1976, y aparecieron con aumento progresivo los déficits de explotación en los transportes urbanos de Valencia.
Lo impensable entonces está ocurriendo desde 1988 con el aumento progresivo del protagonismo de la tracción eléctrica en los transportes de Valencia con las líneas del metro y del tranvía, éste sustituyendo a una línea férrea que en sus 9,8 km. de trazado era casi un continuo paso a nivel entre la estación Empalme, enlace con las dos derivaciones de la línea 1 del metro, y las barriadas marítimas. Cinco años después, en 1999, fue prolongado dicho tranvía 3,2 kilómetros para llegar en dos etapas hasta el nuevo Campus de Burjasot y la Feria de Muestras.
Que entretenido, ha debido ser una visita a la exposición muy agradable, ver el vagón es volver al pasado. A mi me gustan ese tipo de exposiciones. Un abrazo
ResponderEliminarQuizá con los años nos volvemos mas nostálgicos, pero sin pretenderlo, solo mirando, recordamos detalles del pasado. Bss
EliminarMe gusta aunque no pueda estar ahí para verlo. Estas realizando una guía turística muy completa de Valencia.
ResponderEliminarSaludos
A veces pienso, se me están acabado las fuentes y monumentos, pero si repaso mentalmente la ciudad, me surgen a capazos.Bss
EliminarLos tranvias son algo completamente desconocido para mi, excepto en el cine y la literatura. Por lo que se ve era un buen medio de movilización pública, como que despierta nostalgia y no malos recuerdos entre los que los usaron.
ResponderEliminarConocía a una persona a quien el tranvía le cortó una pierna, pero solo con el ruido que armaban era difícil el atropello. Han vuelto porque no son contaminantes y bastante rápidos y cómodos. Los que tenemos ahora son de un diseño precioso, muy aerodinámicos.
EliminarCon esta exposición si que hubiera disfrutado y más si había alguien que conociera bien el tema para irle preguntando cosas, en estos casos yo no me corto un pelo.
ResponderEliminarMe gustan las fotos que has hecho, el trabajo de restauración ha debido ser enorme.
Yo los conocí hace mucho en Zaragoza, ahora hay otro muchísimo más moderno, un detalle, para conseguir buenas medias circulando, los semáforos detectan su llegada y se ponen en verde, para darles preferencia de paso.
No sé si aquí ocurre lo mismo, porque sus líneas solo circulan muy alejadas del centro, y no suelo utilizarlos muy a menudo.
EliminarRecuerdo, Marcos, los tranvías de mi infancia santiaguina, con mucha nostalgia.
ResponderEliminarHoy solamente quedan vestigios de esos tiempos con trozos de rieles en una capital chilena absolutamente transformada.
Valencia es una ciudad pequeña y plana, y el mejor desplazamiento es el metro que igual te lleva al aeropuerto que al mar, pero yo uso sobre todos el bus de superficie, porque con 18 euros anuales tienes viajes infinitos.
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