Como ya compartí con vosotros en su día aquel deseo de mi madre por subir al Miguelete, y que realizamos en secreto, solo me ha quedado la pena de no haber contribuido de alguna forma a realizar, quizá su mayor ilusión, hacer un viaje en avión. Aunque casi estuvo a punto una vez.
En uno de sus últimos aniversarios de boda, les compramos entre los tres hermanos una estancia en Palma de Mallorca en vuelo regular, con tal mala fortuna que tres días antes tuvimos que ingresar a mi padre con una hematuria, y todo se vino abajo.
En realidad ella había realizado un vuelo con su padre, el mismo año en que lo perdió; cuando ella contaba cuatro años de edad. Fue en 1921 y le quedó el recuerdo en esta fotografía que tanto se apreciaba, y que hoy comparto con todos vosotros.
Que lastima que no pudieran viajar a Mallorca, por eso no hay que dejar escapar ninguna oportunidad. Que bueno el fotógrafo, captó la proximidad de la nave. Un abrazo
ResponderEliminarSubido en una nube para poder enfocar. Algunos hemos conducido algo sin carnet, pero dejar mi abuelo pilotar a su hija con cuatro años. tremendo.
EliminarMe encanta esa foto. Adoro las fotos antiguas y más si nos cuentas la historia ya me emociono. Qué pena que no pudiera volar. Hoy día lo damos por hecho como algo normal, sin embargo es mucha la gente que no ha volado nunca.
ResponderEliminarBesos y gracias por hacernos esta hermosa confidencia.
Todo cambia a una velocidad inquietante. Recuerdo a mi madre frotando los cubiertos con arena "de fregar" y un tapón de cava. o guisando y planchando con carbón y el aventador, poniendo azulete a las sabanas, subiendo agua de un pozo de 14 metros de profundidad, endureciendo con almidón los cuellos de las camisas de mi padre, y andando bajo el sol dos kilómetros hasta el pueblo con la cazuela para hacerle arroz al horno.
EliminarEs un tesoro la foto. Besetes.
ResponderEliminarPara mis hijos solo será una anécdota.
EliminarQué maravilla la foto, Marcos, y eso que entonces no había Fotoshop... La vida es así, por eso hay que vivirla cada día a tope. Abrazos
ResponderEliminarEsa es la filosofía que debemos aprender. Solo se vive una vez.
EliminarSublime historia Marcos, con una foto pletórica de "ayeres".
ResponderEliminarPara los que nacieron con el nacimiento de la aviación, debió ser impactante.
EliminarEsta claro tu madre quería ser piloto de vuelos comerciales, pero algo se cruzó en su camino y no lo consiguió. ¡Que pena lo de Mallorca!
ResponderEliminarDesconocía que era su gran sueño, quizá por esa única foto que tenía de su padre. Si me lo hubiera dicho directamente en un principio, no se habrá quedado sin volar. Ella lo sabe.
ResponderEliminarqué bonita historia y qué preciosa fotografía.
ResponderEliminarMe encantan las fotos antiguas. Esta, supongo que para ti tiene un valor incalculable. Y no tengo la menor duda de por qué.
Gracias por compartirlo.
Un beso.