Descarto robo porque no ejercí violencia; descarto apropiación indebida porque el bien no me había sido confiado, así que me quedo con hurto,
Era el año 1960, recién cumplidos mis diecisiete años, cuando inicié mis estudios de Ingles en el Centro de Estudios Norteamericanos, de Valencia.
Estaba situado en un primer piso de la avenida del Barón de Carcer. Teníamos una buena biblioteca de uso público, diversas aulas y un local social para alumnos con cantidad de butacas diversas que le conferían un aire muy moderno, “americano”. En él se proyectaban documentales, relax para los alumnos fuera de clases, etc.; incluso en el mismo asistí a mi primera despedida de año, con globos y besos de nuevo año.
Solía llegar pronto y disfrutar de dicho salón. Un día me percaté que detrás de un pequeño mostrador había siempre una bandeja con sándwiches diversos.
Me dije, estos americanos están en todo, y lo tomé como una atención del centro, como la leche en polvo del Plan Marshall que nos habían dado en el colegio.
Pues me quedó claro, y me preocupaba de llegar con la suficiente antelación para merendar.
Un día me puse a leer todo el panel de anuncios de secretaría, y me encontró con el siguiente mensaje:
¿PERO QUIEN SE COME LOS SANDWICHES DE LOS PROFESORES?.
¿Estaré en las listas del FBI?.
Eso no fue un robo, a lo sumo sería reciclamiento de productos antes de que se echaran a perder, o si me apuras, aprovechamiento indebido por no figurar el propietario en curso.
ResponderEliminarAsí que tranquilo no estás en la lista con el Dioni, o con la banda de 15 hombres que asaltaron el tren de Glasgow.
Gracias jubi, me has tranquilizado.
ResponderEliminarVaya delincuente. ;). Un beso
ResponderEliminarNo me delates. Otro besi para tí.
EliminarJajaja, ya ves que leer no es tan bueno como dicen, podrías haber seguido merendando tranquilamente de no haber leído el cartel. Creo que ya habrá prescrito el delito, así que tranquilo. Un abrazo
ResponderEliminarSi tu lo dices, me quedo tranquilo.
Eliminarjajajaja...buenísimo. Pero si no había intención de robar nada...la falta no es tan grave...y por otro lado ¡qué te quiten lo bailao!, como se suele decir. Es una anécdota muy divertida. Un abrazo.
ResponderEliminarPensaba realmente que era gratis, además toda una tentación porque pan de molde no lo había visto nunca. Hubiera sido mas violento para mí que me hubieran avergonzado.
EliminarEn estos tiempos podrías haber aducido "justicia igualitaria" Marcos. ¿Por qué a los profesores y no a los alumnos?
ResponderEliminarEntonces, simplemente me habrían expulsado.
ResponderEliminarJa, ja, qué pillo... no te quedaron cargos de conciencia? Abrazos
ResponderEliminarPues nó. Solo me comia uno, que a esa edad podía con toda la bandeja.
EliminarYo venía buscando unos planisferios que se me habían perdido, pero veo que de momento tu no los has encontrado.
ResponderEliminarLos ví volando por unos treinta segundos, seguro que aterrizarán pronto.
EliminarHoy seguramente no colocarían un cartelito, pondrían una cámara enfocando los bocadillos.
ResponderEliminarAbrazo.
Ni por un momento pensé que hacia algo incorrecto.
ResponderEliminarCreo que estás más que perdonado.
ResponderEliminarTranquilo.
Un abrazo.